Desde el turismo de aventura hasta los mundos en miniatura, Henry Linares encontró en los terrarios bioactivos una forma de unir su pasión por las plantas con la vida urbana. Hoy, su emprendimiento Terratepuy encanta a quienes buscan un pedacito de bosque en el living.
En medio de la locura urbana, encontrar un pedacito de naturaleza que nos devuelva la calma puede ser un lujo difícil de conseguir.
Sin embargo, Henry Linares (35), un apasionado del ecoturismo y las plantas, ha logrado transformar este anhelo en realidad. Su emprendimiento, Terratepuy, ofrece una ventana a pequeños ecosistemas encapsulados en vidrio, donde la belleza de la naturaleza se puede disfrutar con el mínimo esfuerzo.
Desde su tienda en el corazón de Barrio Italia, hasta su creciente comunidad digital, Terratepuy ha conquistado a aquellos que buscan traer la serenidad del bosque a la vida cotidiana. Aquí, cada terrario es más que un objeto decorativo: es una invitación a reconectar con el mundo natural, sin importar el tamaño del espacio.
Por años, Henry Linares se dedicó al ecoturismo y a la industria de los viajes. Sin embargo, una pasión de infancia lo llevó a cambiar de rumbo y adentrarse en un universo más íntimo, pero igual de salvaje: el de los terrarios bioactivos, pequeños ecosistemas encerrados en frascos de vidrio que requieren mínimo cuidado y ofrecen una ventana permanente a la naturaleza.
“Siempre he querido traer esa sensación de estar en la naturaleza, incluso dentro de mi hogar”, cuenta Henry a La Cuarta.
Una planta, una chispa
La semilla de Terratepuy comenzó a germinar hace más de cinco años, cuando Henry recibió una planta especial como regalo. Para cuidarla mejor, decidió construir su primer terrario.
“En ese momento sembré una semilla que iba a germinar y crecer sin detenimiento, se puede decir que me obsesioné con este mundo”, recuerda.
El entusiasmo fue tal que comenzó a compartir sus creaciones en redes sociales. El interés creció de inmediato: “Me di cuenta que, como yo, había muchas personas amantes de las plantas y la naturaleza que se llenaban de fascinación con los terrarios”.
Aunque la pasión fue un motor potente, emprender no ha sido tarea fácil. Como muchos negocios nacientes, Terratepuy exigió tiempo completo en sus etapas iniciales.
“Emprender en algo que te apasiona es fácil en cuanto a entrega, pero mantenerse constante e innovando a veces puede ser abrumador. Sobre todo cuando quieres darle espacio a tu vida personal”, confiesa.
Terrarios para todos los gustos
Parte del éxito de Terratepuy radica en la versatilidad de sus productos. Personas de todas las edades se han sentido atraídas por estos ecosistemas encapsulados.
“Los terrarios son una forma de estar en contacto con la naturaleza en situaciones que muchas veces nos alejarían de ella, como estar todo el día en una oficina o vivir en un departamento sin jardín”, explica.
Además de ser decorativos, son perfectos para quienes no tienen mano con las plantas: “Nos ayudan a tener plantas con muy bajo mantenimiento, lo cual facilita bastante los cuidados para los que somos más plantkillers”.
Cada terrario nace de una chispa creativa que puede venir tanto del bosque como de la imaginación.
“Una pared rocosa en la base de una montaña, un tronco caído en el bosque... todo puede ser fuente de inspiración. A veces, la fantasía también se apodera de algunos terrarios”.
Aunque hay modelos regulares en la tienda, cada pieza es única y hay espacio para la personalización.
“Trabajo pedidos personalizados de acuerdo a las necesidades del cliente. Algunas piezas jamás volverán a repetirse”.
Uno de los grandes sueños de Henry es convertir Terratepuy en una experiencia más inmersiva: un lugar donde la naturaleza sea la protagonista.
“Quiero que Terratepuy se convierta en un espacio digno de visitar y disfrutar por sí solo, una especie de museo en el que te puedes llevar a casa las exhibiciones”.
Crear, aprender, conectar
Además de vender terrarios, Henry también realiza talleres prácticos donde enseña a crear estos pequeños ecosistemas desde cero.
“Partimos desde la base: escoger las plantas, crear el sustrato, aprender sus cuidados. Terminas entendiendo el funcionamiento interno de estos pequeños mundos y puedes dar rienda suelta a tu creatividad”, dice.
La recepción ha sido excelente: “Es una actividad muy entretenida, sobre todo ahora que las plantas tienen un rol importante en la decoración y el ritmo de la ciudad nos deja poco tiempo para conectar con la naturaleza”.
¿Dónde encontrarlos?
Terratepuy tiene tienda física en Italia 1439, local 6 (Barrio Italia, Providencia), donde se pueden ver y elegir los terrarios en persona.
“Nada como la sensación de elegir en vivo”, dice Henry.
También se pueden encargar productos personalizados a través de la página web www.terratepuy.cl o el Instagram @terratepuy.
Temas Relacionados
