<a href="https://www.lacuarta.com/l4l5/noticias/espectacular/2012/02/65-129150-9-huracan-cuate.shtml">Huracán cuate</a>

Una Gaviota especialmente diseñada para Luismi y que se le entregó en medio de las ovaciones del Monstruo, fue el corolario de la impecable actuación del "Sol" de México.

El cuate casi quedó sordo con los gritos que le dedicó la galucha y dijo con la garganta apretada de emoción, "Gracias Chile, gracias Viña, es una emoción poder regresar tras tantos años... dedicarle mi vida a mi carrera ha valido la pena".

Al cantante le faltaron manos para agarrar tanto pájaro, ya que antes de recibir la pulenta Gaviota de Platino a eso de las 02.45 horas, los animadores del Festival le entregaron, casi como un trámite, la Gaviota de Plata y la Gaviota de Oro.

La gracia del último premio, es que ningún otro astro que puso sus patitas en la Quinta Vergara la posee. Pa' que cache no más: la joya está hecha de platino, bañada en cromo rodio y revestida de 60 cristales Swarovski, y costó la módica suma de mil dólares, alrededor de 500 lucas chilensis.

Además de este regaloneo, la  Tía Coty se dio el gusto de subir al escenario para entregarle al bronceado las llaves de la ciudad y aprovechó de tirarle las orejas por tardar tanto en regresar.

"Por sus 30 años de trayectoria, de su maravillosa carrera, yo quiero hacerte entrega de las llaves de la ciudad para que vengas más seguido, porque te queremos", dijo la alcaldesa.

Este premio también es un reconocimiento al artista que se vio con varios kilitos de más porque esta presentación fue el puntapié inicial para su gira de las tres décadas.

Además el baladista tenía razones pa' sentirse emocionado con el cariño de la barra, porque para él, el show de anoche fue casi como el reencuentro con su primera polola, ya que Viña fue uno de los primeros escenarios internacionales a los que deleitó con su espectáculo.

Mal que mal, en 1985 la Quinta Vergara lo recibió cuando era un chiquillo que aún no cambiaba la voz, pero se echó al bolsillo al respetable interpretando el temón Me gustas tal como eres con la sandía calada de ese entonces, Sheena Easton.

Ahora el cuaretón mató con sus más de 20 canciones y el repaso a lo mejor de su repertorio.

QUEDÓ TOSTADO CON EL SONIDO

Así con la mansa vena estaba el mexicano con los problemas de sonido que tuvo en su show. Durante todo su espectáculo el cantante hizo gestos al sonidista que seguramente se fue de PLR o al menos le rasparon bien los cachos por duro y sordete.

Se notó la incomodidad del artista, al que casi le dio calambre en el brazo con tanto gestito que hizo pa' que le subieran el volumen, al teclado, a las trompetas y a su retorno.

GALERÍA DE FOTOS: Chupetín de Fierro en la Quinta

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