"Alfombra Roja" es de aquellos programas que vagan buscando una identidad. Desde su creación, el cocido de Canal 13 ha navegado por los diversos mares que le ha ofrecido la chimuchina chilensis. Desde las tranquilas aguas del periodismo de espectáculo hasta las tormentosas corrientes de la farándula han pasado por la pomada tevita, que durante los últimos meses ha sufrido la reestructuración de contenidos más cotota de su breve historial.

Tal cual, porque tras debatirse entre sumarse al pelambre criollo o copuchentear respecto al quehacer de los carachos internacionales (básicamente lo mismo... dependiendo de la chuntería), la producción de TV.UC se transformó en un constante recocido de videos que hasta la quinta repetición sacan risas.

Por ese litro, los conductores del brillo se han visto en la obligación de adaptarse cual camaleón a cada una de las nuevas exigencias que les han puesto en el camino. Tal vez por eso a Diana Bolocco le ha costado tanto adecuarse a la falta de su Lolo Sánchez (se viró del 13) y a la lenteja renovación de Jaime Coloma.

Pero más allá de negociaciones y a que en un par de semanas el causeo retomará su senda habitual producto del Festival de Viña, lo concreto es que durante el último tiempo la realización se ha dado el lujo de flotar en base a los éxitos de "Video Loco", el emblemático programa noventero de chascarros cuyos libretos se llevaban gran parte del trabajo y que por lo mismo no da para más de tres vueltas. Entendemos que es verano, pero si repetir secuencias durante una misma semana es una lata (considerando el amplio mercado de registros que nos ofrecen las nuevas tecnologías), repetirlos durante un mismo capítulo ya es tirado de las mechas.

Por Jorge Ramiro Ruz