
Un poco más tranquilo y con la certeza de que tendrá que sobreponerse a la pesadilla que vivió el jueves pasado, cuando a su mujer se le escapó un disparo en medio de una discusión, se encuentra el cantante nacional Óscar Andrade.
El compadre aseguró al diario pop que el atado pasional no fue más que "un hecho fortuito, una simple pelea de pareja".
El autor de "La Tregua" no quiere entregar mayores detalles de su mocha con Lidia Achurra. "Somos seres humanos, civilizados, que tuvimos un mal día. Todos tenemos la posibilidad de tener un día de furia. Creo que no corresponde seguir hablando de lo ocurrido. Prefiero acordarme de los buenos momentos", aseguró.
QUIEBRE
Sobre el futuro con su ex pareja, Andrade tampoco quiere soltar mucho y sólo confía que después de este quiebre el tiempo haga su pega.
"Es una persona muy armónica, que ayuda a mucha gente y que quiere lo mejor para el mundo", verseó sobre la mujer.
- Ella solicitó medidas de protección por un posible hostigamiento de tu parte, Óscar...
- No creo que esa solicitud provenga de ella.
- Su abogado insistió que ella esperaba las medidas.
- Bueno, si es así, ella está en todo su derecho a presentar medidas de protección, pero creo que la idea no provino de ella.
- ¿Estás molesto con la prensa y el seguimiento que hizo del caso?
- Lo que pasa es que la gente se acuerda de las cosas buenas y son los medios los que se acuerdan de las cosas malas.
ONDA NAZI
El cantante también sacó a relucir la capa de superhéroe para defender a su ex pierna ante la versión de que en casa de Lidia, ubicada en avenida Chile-España, existía literatura de corte neonazi.
Según una fuente de la investigación, se trataría de obras del fallecido escritor chileno Miguel Serrano, quien fue admirador de Adolf Hitler y del nazismo.
"Ella tiene literatura muy diversa en su casa y hay libros de Miguel Serrano. Independiente de sus creencias políticas, él fue un gran embajador y gracias a él tenemos la Antártica. Yo con eso no me escandalizo", concluyó el artista.
ACUSADA QUEDÓ LIBRETA
Esposada y en estado de "shock" ingresó ayer Lidia Achurra a la audiencia del Octavo Tribunal de Garantía en el Centro de Justicia de Santiago.
Luego de pasar toda la noche en la 19a Comisaría de Providencia por el confuso incidente que tuvo con Óscar Andrade, la escultora quedó en libertad luego de que el Ministerio Público le ofreciera la "suspensión condicional del procedimiento".
La imputada se fue muda de la formalización por el delito de porte ilegal de arma de fuego. Allí se confirmó que el revólver estaba inscrito por su fallecido esposo, Jorge Arturo Lavín, de quien lo heredó.
Al no contar con antecedentes penales, la "Viuda Negra" accedió a una salida alternativa, pero quedó con firma mensual en Carabineros.
Francisco Bonifaz R.
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