No dejó leidi parada en el reality “Amor a Prueba”, del Mega. Camila Recabarren, Julia Fernández, Liz Emiliano y Michelle Carvhalo cayeron redonditas en el verso y  las calugas del  artista circense Michael Murtagh.

Era el califa insaciable, el terror de las duchas, pero  al parecer   le dio tanto, pero taaanto a las artes amatorias en el encierro,  que hoy cuenta a La Cuarta que no quiere saber na’ de mujeres.

- ¿Le hostigaron los colaless o se cambió de isapre, mi rey?

- Nooo, jajajá. Tuve hartas conquistas en el reality, pero hoy estoy soltero. Lo que pasa es que ahora pienso estar un ratito solo, porque con tanto trabajo no sé si me daría el tiempo para pololear  o estar con alguien. Mi prioridad ahora es solamente trabajar, aprovechar el boom. Hacer discoteques y eventos.

- ¿O sea que está sin na’ ni na’?

- Es que quiero estar tranquilo... En este momento no necesito estar con alguien, quiero cumplir mis metas y para eso tengo que estar concentrado, en estos meses estaré solo y concentrado en trabajar y no solo en discoteque, porque también ensayo con los chicos de “Fusión Humor” un stand comedy, que lo vamos a presentar en un mes y medio más. Entreno todos los días también, me junto en una casa  donde hay instalaciones de circo.

- Usted sí que sabe hacer de todo...

- Claro, pues. Tengo otra vida aparte del show discotequero, donde me ha ido muy bien, ah. Tengo agenda llena de aquí hasta julio.

- Lo felicito. Y en tanto jaleo y carrete ¿cómo lo hace pa’ no pecar con las frescas que andan dando vueltas?

- Sí, jajajá, hay interés de las chiquillas. Pero tengo la mente puesta en estar solito nomás.

- ¡Quien lo vio y quien lo ve!

- Jajajá. Mi motor para entrar al reality, más que por la fama,  fue porque tengo una hija de siete años y para conseguir bienes materiales.

- Pa’ que le pregunto por la final del reality, donde quedó con manso cuello...

- La final fue rara. Me enojé mucho en el momento en que perdimos. Pero no me quedé pegado en eso. Fue un problema del árbitro. El canal se portó muy bien conmigo, no tengo nada malo que decir.