"Gracias parece una palabra que ya no tiene peso, pero no encuentro otra. Quiero dar gracias a toda la gente por el cariño y admiración hacia él, además de las palabras de apoyo que todo el mundo me da a diario en la calle. Y quiero que  confíen en que la Ley Ricarte resultará", fue el mensaje que Cecilia Rovaretti quiso llevar a toda la barra que sintió la partida de Ricarte Soto, hace exactamente un año.

"No pude asimilar la cantidad de personas que lo despidieron y el tremendo cariño que me entregaron ese día en que Ricarte partió", agregó la periodista, quien hizo un recuento íntimo de los últimos días de su marido, que no pudo con un maldito cáncer al pulmón, luego de tres años de batalla.

- Ha sido un año intenso, me imagino que no has tenido tiempo para el luto...

- De repente dan ganas de estar encerrada en la casa pasando la pena, pero debo continuar con la linda labor que Ricarte dejó pendiente.

- ¿Cómo fue el proceso de asimilar su partida?

- No es una sensación de que esto haya pasado hace mucho, sino que fue como ayer. Por eso sigo preguntando: “¿qué pasó?”. Cuesta entenderlo, aceptarlo. Tengo sus cenizas en la casa, y a veces le hablo diciéndole: “Todo esto no estaba en el trato que hicimos. No decía en el contrato que tú te fueras”. Lo extraño mucho.

- ¿Sientes su presencia?

- Lo tengo muy presente, en todo lo cotidiano. De extrañarlo tanto, de sentir que no es verdad todo esto que está pasando. O sea, ¿cómo no va estar? Ya siento que va a abrir la puerta y va a entrar a la casa. Todavía lo sigo esperando.

- ¿Qué es lo que más valoraste de él?

- Que era una persona potente, intelectualmente sabía mucho. Me complementaba como colega periodista y como compañero de vida. Él tenía una llegada increíble entre los jóvenes y una inmensa humildad con la gente más desposeída. Quiero que sepan que yo y mi hija valoramos todo amor que sienten por él.