La primera escena de "El Señor de la Querencia" mostrará a un par de féminas envueltas entre sábanas besuqueándose con pasión y provocando a la sociedad de principios del 1900.

Pero ojo, que los personajes de Begoña Basauri y Lorena Bosch también sacarán ronchas entre los califas adictos a las telecebollas nocturnas de TVN, pues por primera vez en la historia de las "tiras" se tocará abiertamente y de forma real el tema de las lesbianas.

PURO INTERÉS

"Herminia Pradenas" (Begoña Basauri) tiene 30 años y no está ni ahí con casarse. Siempre fue rebelde y cuando se escapó de su casa fue a parar a un prostíbulo de poca monta (¿o harta?) llamado "Tía Carmen".

Como esta cabra es ambiciosa y sin un escrúpulo, no duda en aprovecharse de "Lucrecia Santa María" (Lorena Bosch), una niña rica de 20 años y quien se enamora hasta las patas de ella.

El atado es que "Lucrecia" está comprometida con un ricachón, quien a pesar de encontrarla feúcha y masculina, igual pascual quiere pisar el palito con ella.

Ambas cabras mantendrán un tórrido romance en secreto, pues en "La Querencia" son capaces de matarlas si se enteran que son adictas a la vuelta y vuelta.

Si bien esta teleserie ya se grabó en su totalidad, recién a partir de mayo podremos ver la historia de amor que vive "Manuel Pradenas" (Álvaro Rudolphy), un peón de campo, con el cuico personaje de Sigrid Alegría.

ATADOS

Ambos personajes tendrán atados con sus familias. "Lucrecia" se llevará como el ajo con su mamá, una mujer bella y elegante que dejó botado a su marido cuando estaba a días de estirar la pata.

Por su parte "Herminia" se agarrará de las mechas con su hermano "Manuel", quien quiere transformarla en una fémina de bien y que no tenga nada que ver con las casas de remolienda.

Karen Punaro Majluf.