Espectacular

Diana dejó como chaleco de mono a su ex

El último recuerdo que hay de de los atados judiciales de Diana Bolocco con su esposo Gonzalo Cisternas, es el de la animadora llorando en cámara porque se revelaron a la opinión pública las fuertes acusaciones que él planteó en una demanda por el régimen de visita de los hijos de ambos.

"Yo nunca quise que se llegara a este nivel de descalificaciones", dijo en aquella lacrimógena oportunidad, una más en el tortuoso camino que emprendieron para divorciarse.

Después del llanto, vino el contraataque de Diana, en el Segundo Juzgado de Familia de Santiago, donde la hermana menor de Cecilia respondió con fuerza.

A través de un documento presentado por Daniela Horvitz Lennon, abogada de Diana, se relata que "desde el embarazo del primer hijo la relación se tornó muy compleja y conflictiva atendida la actitud de agresión y desprecio por parte del señor Cisternas".

Se añade que "la actitud irresponsable y jaranera del señor Cisternas, junto a comportamientos inadecuados para un hombre adulto, casado y con hijos, derivaron en que la relación conyugal fuera insoportable".

Horvitz expone en su escrito que el día en que el matrimonio puso fin a su convivencia, "el hijo mayor fue testigo de actos inapropiados por parte de su padre hacia su madre".

Se deja claro que Bolocco no ha puesto obstáculos a la relación de Cisternas con sus dos hijos, "pero siempre con cierto grado de cautela, ya que han ocurrido hechos que han dejado en evidencia que el padre, en ocasiones, olvida que el deber de un padre es cuidar, proteger y educar a los hijos".

Incluso se manifiesta que "se han repetido episodios en que, estando los hijos al cuidado del padre, los niños se quedan dormidos en medio de fiestas o comidas de adultos, que no se bañan, que el padre llega - después de salir- en la madrugada, y que son sometidos a situaciones inapropiadas para su edad".

Horvitz recurre en la redacción a un fallo del bíblico rey Salomón para graficar que una madre verdadera sacrificaría su felicidad con tal de que su hijo continuara con vida.

Respecto a una demanda anterior que Cisternas interpuso contra su clienta y por la cual Diana lloró a mares al hacerse pública, la abogada indica que no corresponde a un "padre interesado en relacionarse con sus hijos, sino con la venganza de un hombre despechado, incapaz de reconocer sus errores".

HAY MÁS

El documento agrega que "durante la vigencia de la convivencia en el matrimonio, el señor Cisternas mostró conductas agresivas y arbitrarias, reconoció frecuentar lugares muy impropios para un hombre casado (y de dudosa moralidad) y una rutina de salidas nocturnas sumadas al abuso de alcohol que lo conducían a estados de agresividad y descontrol".

La abogada destaca que "el señor Cisternas ha insistido en una relación confrontacional, en que retira a sus hijos en horarios no estipulados, en que los instiga a que desafíen a la madre, en que hace escándalos (por celos) frente al domicilio de mi representada y en presencia de los niños, etc.".

También la abogada sostiene que "el padre somete a sus hijos a un alto nivel de estrés, por lo que mientras el padre no aprenda a controlar sus impulsos, no sólo será un mal ejemplo para sus hijos, sino que los pone en riesgo en su integridad física y mental".

Y ahí no paran los comentarios:  "Lamentablemente, el padre nunca ha querido someterse a un tratamiento para mejorar sus problemas. No lo hizo durante el matrimonio (pese a reiteradas peticiones de su cónyuge) y no se vislumbra que lo haga ahora".

CONCILIACIÓN

Sin embargo y para felicidad de los niños, el pasado lunes Cisternas y Bolocco llegaron a a un acuerdo respecto a la materia de relación directa y regular de sus peques.

Entre los 14 puntos en que se pusieron de acuerdo, Cisternas puede retirar a sus hijos cada 15 días desde el hogar materno. El permiso corre desde el viernes a las 18 horas y debe devolverlos el domingo.

También decidieron que los lunes, miércoles y viernes el padre lleve a los niños al colegio.

Luis Vieyra O.

Lo último

Lo más leído