El 11 de febrero, en Viña del Mar, Ernesto Belloni, más conocido como Che Copete, pasó el susto de su vida tras un control selectivo por parte de Carabineros.

Fíjese que al ídolo de las gargantas secas lo chantaron los polis en un control que realizaba el Senda (ex Conace) para ver a los giles que le ponen cuando manejan.

A Don Che lo desviaron a la orilla del camino y, como a cualquier mortal, le pidieron sus documentos y lo invitaron a confesarse: "¿Ha bebido algo...?" y sólo se escuchó un "cri, cri, cri..." de fondo.

Shiii, con ese silencio y además que el hombre venía mascando chicle, de una los amigos de verde lo invitaron a que se empinara el alcotest.

La Cuarta, como no ve borroso, tuvo acceso al parte policial que señala que el 11 de febrero de 2012, a las 02.50 de la madrugada, el cabo Gonzalo Gutiérrez le cursó la infracción a Belloni por "conducir vehículo en condiciones físicas, psicológicas o deficientes infringiendo con ello el art. 109 Ley 18.290".

Aunque suena cargadito al puritano el parte y de sus letras se podría desprender que el hombre venía manejando curao, no fue para tanto. Tampoco piense que Belloni quería alegrarles la noche a Kike Acuña y Manuel Neira en la capacha. La maquinita acusete, sólo arrojó 0,24 mg/l.

"Fue sólo una cerveza heladita y nada más", dijo el comediante con la cara llena de risa a los ágiles reporteros de Primer Plano. Ahora, si usted quiere saber más sobre esta historia y no quedar con sed, Ernesto Belloni soltará toda la pulenta hoy en la pomada farandulera de Chilevisión.

El mayor Luis Roa, de la Primera Comisaría de Viña del Mar, comentó al diario pop: "El procedimiento se realizó de manera normal y siempre con la colaboración del señor Belloni".