Tal como se esperaba, una despedida de ídolo fue la que recibió el Tío Lalo Parra en Chillán, donde sus restos mortales fueron sepultados, a expresa voluntad del artista.

Luego de un viaje de 5 horas en una carroza que salió desde la iglesia de la Divina Providencia en Santiago, el cuerpo del maestro hizo su entrada a su ciudad natal y terminó en el cementerio municipal donde cerca de dos mil personas fueron a despedirlo.

Pero en su camino a la ciudad de las longanizas fueron varias las localidades que quisieron rendirle un merecido homenaje al maestro de la música nacional.

Por ejemplo, en la ciudad de San Carlos, el alcalde Hugo Gebrie, le dedicó unas palabras, mientras un grupo de chiquillos le bailó un pie de cueca en su honor.

Una vez que el cortejo llegó a la tierra de las longanizas, específicamente a la muni, donde la bandera flameaba a media asta, se dio inicio a la serie de homenajes al desaparecido hijo ilustre.

Acompañado por el tema "Adiós Chillán", escrito por el propio Tío Lalo, el cortejo fue recibido entre aplausos y banderas chilenas que agitaba el público y las autoridades que quisieron rendirle tributo.

Al pasar por el Mercado, un grupo de artistas locales bailó la canción "Mejillones", en homenaje al choro cuequero, lo que fue la previa para tomar rumbo definitivo al cementerio.

Un poquito antes de llegar al campo santo, el grupo de automóviles se detuvo en la antigua casa donde Eduardo Parra peluseó junto a sus hermanos Nicanor, Roberto y Violeta.

DESCANSO FINAL

Desde temprano se preparó el cementerio para recibir al cuequero, específicamente en el patio 1 de la Plaza Los Andes.

Cuando llegó su cuerpo, el alcalde Sergio Zarzar afirmó que era un honor recibir a Don Lalo, quien fue enterrado en el mismo recinto donde yacen artistas como el pianista Claudio Arrau y el cantante Ramón Vinay.

Agregó que el destino quiso que este clan extraordinario -de los Parra- naciera en Chillán, destacando los lugares que formaron parte de la infancia del hombre de las cuecas choras como la Plaza de Armas, el Mercado y el Cementerio, este último, lugar donde el Tío y algunos de sus hermanos se ganaban unas monedas, en su infancia, limpiando tumbas.

Si bien la familia directa del artista no habló en la ceremonia, su hija Clarita afirmó que a pesar de la pena, agradecía todas las muestras de cariño que ha mostrado la gente.

Por su parte, su viuda, Elizabeth Castro indicó que  "lo único que pidió el Tío Lalo era que nadie se vistiera de negro y que los quería ver a todos sonriendo", adelantando además que espera sacar a la luz pública mucho material inédito del chispeante cantor.

"Ojalá me cumpla la promesa de venir a buscarme muy pronto porque él no iba a poder vivir sin mí allá", dijo su mujer.

Además se supo que la calle Uruguay de Chillán pasará a llamarse Eduardo Parra.

Andro Vukovic