¡Grande, Piniron! ahora chupa con matones

Y se armó la rosca, cabros. Mauricio Pinilla, el futbolista más farandulero de chilito, volvió a hacer de las suyas y junto a un grupete de compipas dejó la mansaca al salir de un carretongo en la discoteca Kmasu.
El pelotero llegó hasta el recinto de avenida Irarrázaval acompañado de su cuñado Guido Miranda y de un lote de amigotes, con quienes se fue derechito pa'l vip cuando todavía no había pasado la primera media hora del viernes.
En el salón, ubicado en el nivel superior de la pista de baile, el rey del litro cuadrado se dedicó a vacilar de lo lindo, coqueteando con cuanta chiquilla pudo y rajándose con una cachá de Ronaldos pa' sus partners.
LA MECHA
El ambiente era festivo, pero a eso de las tres de la matina el brillo comenzó a descuadrarse. "Pinigel", que durante toda la velada se mostró tomando agüita mineral, le compró toítas las rosas a un vendedor que tuvo acceso al "hip" y se las regaló a las minurris presentes, entre las cuales destacaba Dominique Gallego y la españolísima Nydian Fabregat, con quien el delantero ya había salido el sábado pasado.
Acto tras el cual, y como pa' no ser menos, los acompañantes del jugador del "Hearts" de Escocia se comenzaron a hacer los lindos arrojándole hielo a los apóstoles de la prensa que esperaban, con paciencia de santo, la salida del crá.
Aquel fue el punto de quiebre. Los periodistas aguantaron la caída de proyectiles ubicándose a un costado del nivel principal, registrando incluso cuando los chistosines los tiraban asi como que no quería la cosa. La mecha estaba prendida y los medios se agruparon para esperar la salida de los angelitos.
MOCHA
El cucú marcaba las cuatro y veinte de la madrugada, cuando "PiniRon" decidió cortar con la chacota y retirarse junto a todos sus pollos.
Al descender por la escalera que contacta al vip con la planta baja, Guido Miranda adelantó a su cuñado e intentó abrirle paso, momento exacto en que entre los aleteos le pegó un cornete a un notero.
Y ahí se armó la toletole. Mientras Pinilla salía acompañado por su guardaespalda, sí, leyó bien, su guardaespalda (Drago, el musculoso jefe de seguridad del "Morandé con compañía"), el resto de sus acompañantes se dedicó a echarle la choreá y a golpear a los reporteros que osaron seguir al jugador hasta la puerta de salida.
A través del túnel que conduce al exterior, se dieron todos con todos. Pinilla se cubría el rostro con el gorro de su polerón blanco y tiraba aletazos al aire mientras guardias de la Kmasu defendían su integridad.
Una vez afuera, la mocha tomó ribetes de riña callejera cuando el mismo Guido comenzó a empujar a los noteros, hasta que un camarógrafo de Terra le hizo un cariñito en el caracho, dándole pie para que le respondiera con una hilera de coscachos en el hocico que terminaron con el profesional tendido en la calle y con su cámara pa' la corneta.
Más tarde el equipo de Terra constató sus lesiones, acto que repitió Miranda a eso de las seis de la madrugada en la pirula Clínica Alemana. Este último amenazó con querella contra el medio de comunicación.
Jorge Ruz Arias
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