Los fanas criollos de Iron Maiden están con los ojitos blancos con la llegada de sus ídolos al terruño. Los chascones británicos posaron sus metaleros pies en Santiago en horas de la tarde y partieron de vuelo a la conferencia de prensa al Hotel Sheraton para hablar de lo humano y lo divino.

Con casi media hora de retraso, los chascones aparecieron en la sala de prensa del pirulo hotel y pidieron que no les tomaran tantas fotelis, ya que venían terrible tostados desde Argentina, por las demoras que les ocasionaron los polis de allá para abandonar el país.

Sin emabrgo, se dieron el lujo de hablar de todo con la prensa, especialmente donde le dieron un punto final a la censura que sufrieron por parte de la Iglesia Católica en 1992, cuando presionaron para prohibirles el ingreso a Chilito. "Ese es un tema pasado y estamos dichosos de poder estar en Chile. Esto no es una venganza, no somos políticos", soltó el líder del sexteto, Steve Harris, quien pidió no darle más énfasis a ese tema.

Respecto al show de mañana, Bruce Dickinson soltó que la banda se encuentra en el proceso de grabación de un nuevo DVD en Argentina, Brasil y nuestro país e hizo una advertencia a todo aquel que se encuentre cerca del Estadio Nacional a que se prepare, puesto que "si al otro lado de los Andes sonó fuerte, acá se va a reventar".

Consultados sobre su favoritismo por tocar en Chile, Brasil y Argentina, los músicos soltaron que si bien les fascina la respuesta del público de esta parte del conti, en Europa y Asia no se quedan atrás. "En sí, Iron Maiden y sus fanáticos formamos una gran familia", sentenciaron.