Como una medida para desmarcarse de la paupérrima imagen que dejó en nuestro país el ex comentarista deportivo Mauricio Israel, Daniel Borobio, último patrón del susodicho, reveló ayer el contenido de un e-mail de disculpas que el mismísimo vacuneitor le envió el pasado 1 de enero, a sólo días de haber llegado a Tel Aviv.

El propietario de Comunicaciones Centauro (que realiza el cocido "Con el pie derecho") le entregó la misiva al vespertino La Segunda, argumentando que había sido calificado de "mafioso y prestamista" durante el programa "Primer Plano" del reciente viernes 13 de marzo.

Asegurando que él también es una víctima de Israel, el empresario argentino-peruano pasó sin atados la carta, en la cual el ex caracho de ChileVisión, MEGA y RedTV mostró algo de su reconocida labia partiendo con un "Daniel, es difícil de explicar lo inexplicable", para referirse tanto a su huida de Chilito como a los   seis cheques que le habría pelado a su jefe poco antes de echarse al ave.

GUATECALLO

Tal cual, porque pese a que le cobró dos de los documentos por 7 y 12 palitroques a su caporal y "amigo", el tímido Israel igual se arrastró reconociendo: "Al final terminé haciendo todo mal, cometiendo mil errores y mordiendo la mano que me dio de comer. Me siento avergonzado y sé que no merezco consideración".

Con aparente sinceridad, Mauricio admitió vía "emilio" que "me sentí tremendamente presionado y actué instintivamente, sin darme cuenta que al final del camino igual había un precipicio".

En esa onda, el comunicador agregó detalles como "lo perdí todo" y "acá tendré que partir desde abajo. Estoy mordiendo el polvo, pero tengo claro que es un precio que tengo que pagar". Exculpando de paso a su familia por los condoros que cometió. "Quiero que sepas que en esto siempre estuve solo, nadie sabía lo que estaba haciendo", aseguró.

REGRESO

Pese a que un posible retorno de Israel no tiene pa' cuando, a las 8:30 horas del domingo volvió a Chilito Marisol Gálvez, la pareja con quien Mauricio fue captado en un resort del Mar Muerto, quien no quiso decir ni pío tras bajar del vuelo 426 de Air France, proveniente de Tel Aviv con escala en Francia.

Jorge Ruz Arias