Al parecer ni el misil que se metió en su placard cerebral logró aportillar la vida del músico argentino Gustavo Cerati (50), quien según contaron en la Clínica Trinidad de Caracas, Venezuela, por fin le estaría perdiendo el paso a la infatigable pelada.

Así al menos anunciaron ayer en el centro asistencial chévere, donde a través de un parte médico afirmaron que la salud del ex Soda Stereo "presenta una leve mejoría".

En contacto con la prensa, el director del instituto Fleni, neurólogo Ramón Leiguarda, comentó que la estabilidad del cantante sólo quedaría en veremos producto de un caso excepcional.

"Tendría que tener alguna complicación muy inesperada para que corra riesgo su vida", afirmó el profesional. "Hay que tener mucha paciencia, no esperen cambios minuto a minuto", agregó.

Durante las últimas horas y ante la aparente mejoría, el equipo médico a cargo del músico comenzó a retirar gradualmente los medicamentos que lo han mantenido pichicateado desde el sábado, cuando Cerati fue internado por un accidente cerebrovascular que lo afectó tras un show, hecho que fue seguido por edema que provocó que el martes fuera operado de urgencia por una cuática presión intracraneana.

"Comienza un proceso crucial. La evolución ha sido favorable, no ha habido retroceso y eso es una buena noticia", parló por su litro Santiago Otero, presidente de Evenpro, la productora de brillos que organizó el concierto en Caracas tras el cual Gustavo perdió la brújula.

Al suspender el coma, los galenos venezolanos esperan cachar cuál será la reacción del artista, para constatar en vivo y en directo los efectos causados tanto por el edema como por la intervención quirúrgica.

Mientras la comunidad musical aguarda para saber si Cerati volverá al canto, el perico es acompañado por casi toda su familia, además de gran parte de su banda.