En una ceremonia íntima que se inscribió en la jurisdicción del Registro Civil de Coquimbo, finalmente se casó Olga Ivanova Melnick (36) con el abogado Claudio Patricio Troncoso Leyton (27), nada menos que el domingo 28 de noviembre pasado.

Según constató el diario pop la ucraniana, quien hasta hace poco vivía en Brasil, conoció al joven abogado en una actividad de carácter animalista que se realizó en La Serena hace casi dos años.

Ese día Claudio Troncoso, quien estudió Derecho en la Universidad Católica del Norte sede Coquimbo, quedó flechado con Lola y la vino a dejar desde la tierra de las papayas a Santiago. Desde entonces no se han despegado. Ella ha viajado caleta de veces a Chile sin que Farandulandia se entere y ha disfrutado piolita de su relación con el profesional que no tiene nada que ver con el mundo del espectáculo.

De hecho, supimos que en su currículo figura una pega como asesor externo del Banco de Crédito e Inversiones y como notario suplente de la tercera notaría de Coquimbo.

Hace un mes la rucia estuvo en un acto público: En la Cena Pan y Vino del Hogar de Cristo en el norte, donde llegó acompañada de su Claudito.

A tanto llegó el amorsh que el pasado fin de semana pisaron el palito en una ceremonia bien piolita junto a familiares y amigos. Según nos datearon, el casorio se realizó en una parcela próxima a La Serena, donde asistió un puñado de invitados.

El matrimonio fue liderado por los padres del novio: La notaria Elena Leyton y el abogado Claudio Troncoso, quien mantiene junto a sus socios el estudio de abogados TGJ & Asociados en la misma ciudad.

Ahora lo que se viene es el casorio por la Iglesia que se realizará el sábado 4 de diciembre, mismo día que también se casa Giancarlo Petaccia. Extraoficialmente supimos que Lola profesa la religión católica apostólica ortodoxa, por lo que la ceremonia religiosa se podría realizar en Santiago, pero hasta el último momento parece que también habrá celebración en La Serena.

En todo caso, para todo efecto se prevé una fiestoca a lo grande, ya que la familia del novio está cargada a los arturitos y por cuestiones de unas lucas más o menos no se harán atados.