Con el inicio del cónclave en Roma, el mundo religioso está expectante de lo que acontece en la Capilla Sixtina con la elección del nuevo Papa. Esta tradición medieval tiene una cachá de mitos y curiosidades que LaCuarta.com le cuenta en detalle.

La moda papal

Una vez que los cardenales se ponen de acuerdo en el nombre del nuevo Sumo Pontífice, el designado no tiene tiempo ni para ir al baño y debe moverse rápido rápido para ser presentado desde el balcón del Vaticano y pueda saludar a todo el Mundo.

Es por esto que la Iglesia Católica dispone de tres atuendos en distintas tallas para que se pueda vestir de acuerdo a su contextura.

En la Edad Media, el Papa vestía un traje totalmente rojo cuando era designado. Sin embargo, Pío V cambió la moda por un traje blanquito en 1566.

En la actualidad, los únicos rastros que prevalecen del traje rojo son los zapatos, la capa y el bonete.

Urbano VII duró poquito

En todos los niveles, estatus económico y clases sociales se da que alguien es de tiro corto o de tiro largo. El papado no es la excepción y vio el debut y despedida de Urbano VII, quien duró apenitas 13 días.

El Sumo Pontífice fue investido el 15 de septiembre de 1590 y el día 27 del mismo mes falleció a causa de una malaria. Es por esto que la Iglesia Católica lo considera como el Papa que menos tiempo ha estado al mando de ella.

Esto generó gran repercusión en la Iglesia, ya que tardaron más en elegir al nuevo Papa que lo que este duró como Sumo Pontífice.

Cónclave de tiro largo

En la antiguedad, los cardenales se tomaban su tiempo para elegir a los nuevos pontífice. Tanto así que en 1268 el papa Gregorio X fue consagrado luego de 33 meses de arduas reuniones.

De hecho, los habitantes de Viterbo, ciudad ubicada al norte de Roma, se chorearon de tanto esperar y decidieron arrancarle el techo al edificio donde se alojaban los cardenales para que chicotearle los caracoles y tomaran rápido una decisión. Además, sólo recibían pan y agua para alimentarse con el fin de que apuraran el asunto.

Por lo mismo, de ahí en adelante se decidió que los encargados de elegir a los papas sólo comerían una vez al día si un cónclave duraba más de tres días, y que sólo recibirían pan, agua y vino si el cuento se extendía por más de ocho.

Elección en el baño

Sin duda, uno de los cónclaves más tirados de las mechas fue el que se llevó a cabo en 1458, donde se eligió como Papa a Pío II.

En sus memorias, el nuevo sumo pontífice descaseteó la inédita escena, donde según él hubo una confabulación que terminó con la reunión en el retrete del Vaticano.

"Un lugar adecuado para tal elección", comentó posteriormente.

Por primera vez en Europa la elección del Santo Padre ha movido millones en las casas de apuestas. De hecho, se prevé que para esta elección habrá un movimiento de billete superior a los 600 palos de euros.

Según pelan desde las Uropas, apostadores de más de 50 países del mundo quieren ganar millone gracias a esta elección.

Quienes deseen echarse un billetito al bolsillo deberán adivinar el nombre del cardenal y el día en que será electo.