El Mago Jiménez se plastificó la varita o de otra manera no se  entiende que, pese a las vicisitudes de su carrera y los atados faranduleros, Luchito esté de vuelta en las canchas y cada vez más cerca de agarrar un cupo en la Roja del Loco Bielsa.

Por si fuera poco, el Mago logró un paso que pocos chilenos pueden dar, ya que saltó el Canal de La Mancha desde el continente europeo hasta la peluda Premier League british.

Atrás quedó su accidentada pasada por el Inter de Milán, con el cual consiguió un scudetto, aunque no logró amarrar la titularidad, pese a sus buenas actuaciones.

Sin embargo, su perseverancia le valió que el West Ham United exclamara "¡oh, my God!" y se lo llevara a Inglaterra. La camiseta de titular se la corcheteó a la espalda apenas  pisó el suelo de la reina Isabel y ya no la suelta ni con papeles prendidos -¿de quién lo habrá copiado?-, aunque ha rajado varias con las partes puntudas que afloran en su cabecita.

BLANCO Y NEGRO

Con el físico impeque y en plenitud de su talento pelotero, el Mago va para arriba, todo lo contrario de su rival, el terror de la pasta de dientes, la caipirinha, las minurris y las discos.

Será esa sonrisa Pep que nunca lo abandona, será ese lejano parecido al Conejo de la Suerte el que despierta la ternura de las féminas.  Nadie lo sabe, pero con Ronaldinho Gaúcho, elegido alguna vez el mejor jugador de la Tierra y también uno de los más feos, las modelos tienen que pegar la espalda a la pared de la disco.

No siempre fue así e incluso alguna vez se rumoreó que se le caía el jabón en el camarín.

Pero fue justo ese su mejor momento en las canchas, cuando llegó al Barcelona, salió campeón de España y de la Champion League.

Pero, lamentablemente Coté, ese Ronaldinho trabajador y piolita ya no existe. Fue dado de baja por Dunga en la selección brasileña, ya que los capos de la Federación lo cortaron para siempre. ¿La razón? Por pegarse más carretes que los que suman Mauricio Pinilla con el Negro Piñera y por ser seco para la cachaza. Tanta cachaza, que la Coté se tendrá que poner un casco para que no le duela la nuca.

Gordolfo y fofo, en el Milan le dieron esta temporada como última oportunidad para levantar su nivel.