¡Puchugonas, atentas! La alerta francesa del retiro del mercado de los implantes de silicona Poly Implants Protheses (PIP), tiene a las chilenas de Farandulandia preocupadas y consultando a sus cirujanos para verificar si sus lolas están OK.

Una de las mujeres con la mejor delantera, y la más flexible del terruño, es la bailarina erótica Juliette Junot, quien desde los 15 años tiene prótesis mamarias y quien siempre se preocupa por ellas.

"No he tenido ningún problema. Cuando me operé estaba más chica y no sabía mucho, después me desarrollé y el implante se perdió en mi pechuga, pero el doctor me dijo que no había ningún problema", contó la "Bubi Dance".

Quien también mostró su preocupación por la alerta mundial fue Angie Alvarado, quien hace tres años tiene delantera nueva y con un llamado de atención del 2010 ya sabía que la cosa no era tan simple.

"Me operé con un programa y me llevaron a una tienda de implantes, pero cuando supe lo de las prótesis fui a hablar con quien me las vendió y me dijeron que estaba todo en regla", dijo la Geisha chica.

Ahora, cuando alguien se pone 500 cc en cada lado, claramente hay que tener un cuidado médico permanente para evitar riesgos y así lo hace Nicole Moreno, Luli.

"Me cambié de 400 a 500 c.c. en menos de cuatro meses y no he tenido ningún problema. Siempre hay que consultar por un buen cirujano y pagar lo que se debe", recomendó la rucia.

LO BARATO CUESTA CARO

Para no quedarnos sólo con experiencias de las chiquillas de la farándula, le preguntamos por el drama mundial a la presidenta de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, la doctora Teresa de la Cerda, quien hasta trata de mala leche a quienes fabricaron las pechugas falsas.

"El Servicio de Salud Francés nos avisó del retiro de los implantes. Cuando se certificaron estaban todos bien y resulta que después tenían un contenido fraudulento, incluso se puede hablar de una estafa", dijo la profesional.

En Chile cerca de mil prótesis cornetas fueron las que se comercializaron a un valor tan penca como ellas. Normalmente un par de implantes cuestan cerca de 700 mil pesos y las truchas se podían adquirir por sólo 350 lucas. Era llegar y llevar.

Los fileteros plásticos piden que las mujeres se informen cuando quieran aumentar la delantera, ya que querer parecerse a Adriana Barrientos o Marlen Olivari implica una gran inversión y a la vez es una gran cirugía.