"Cometí un error y lo asumo, porque los errores son humanos". Así de corta y precisa es la defensa que hace Sergio Schlesinger, el responsable número uno del condoro en la final de "Fiebre de Baile", donde por un microsegundo Iván Cabrera gozó de un triunfo que en realidad le pertenecía a Rodrigo Díaz.

Schlesinger es socio de la empresa Mig 99, encargada de los mensajes de texto a través de los cuales la gallá votó por su favorito. Tras el pastelazo, el sociate contó al diario pop que los capos del cocido lo empapelaron y de ahí "obviamente" no pegó pestaña en toda la noche.

"¿Qué es dormir?, o sea imagínate...", echó afuera instalado en su oficina de calle Seminario, con pocas ganas de entrar en detalle del tete "porque ya sucedió y es una súper lata, es algo que jamás me había pasado".

Ahora, ¿cómo le pasó esta lesera? La explicación es simplecita. De acuerdo al compadre, como en anteriores capítulos su misión era anotar el porcentaje de los tres finalistas y entregarlos a la notaria. Sin embargo, por esas cosas del destino, la euforia del tantán y la malacue se le chisporroteó plasmar las cifras con respecto a los nombres. Y así llegó a las manos de Julián Elfenbein.

"Tenía la tarjeta lista para llegar y poner los números, pero sucedió que los tenía en el orden Iván, Rodrigo, Gianella. Llegué y traspasé nomás, dejando el porcentaje más alto a Iván", confesó.

- ¿Pero la notaria debía pegarles su revisión antes de visarla, onofre?

- Quizás, pero esa noche las cosas no se dieron como normalmente se daban por la premura y por esperar hasta el último minuto que entraran los mensajes. Al final entregué la tarjeta y se fue nomás.

- Juan Pablo González (dire del estelar) dijo por ti que "esa persona no trabaja más en el canal"...

- Las relaciones con el canal están frágiles, claro, y la empresa va a asignar un nuevo operador, pero esto no debiera manchar nuestro trabajo... Llevamos más de un año trabajando para CHV, prestando servicios en muchos concursos.