Era cosa de tiempo nomás, cabros. Es que el Tío Emilio y su pandilla hace rato que venían haciendo una pega de lujo dejando al descubierto a cuanto chanta y carenalga pulula por la copia feliz del Edén.

Y justo cuando En su propia trampa se había convertido en una pomada de culto para los que no se desenchufan de la tele a color ni para ir al WC, se viene la jugada maldita de la trinchera enemiga. ¡Paf!

Se suele decir por ahí: “así funciona este negocio” y eso fue lo que ocurrió con el equipo que tenía a los malandras con tiritones de pera.

Cuento corto, ayer presentaron su renuncia a la red cruzada Diego López (director y mago) y Andrea Vargas (productora general), dos de los fundadores del programa que llevó al espacio a ganarse ni más ni menos que el flamante Copihue de Oro como Mejor Programa Periodístico de 2011. Y esa no la hace cualquiera.

Con la informeichon más fresca que una lechuga nos comunicamos con Rodrigo Leiva, caporal del área docureality del 13 y titiritero de En su propia trampa, para que nos contara la firmeza.

“Conversé con ellos, hablamos no más de 10 minutos y efectivamente hoy (ayer) presentaron su renuncia”, confirma de entrada Leiva.

“Cuando estás haciendo bien las cosas, se nota y bueno, qué te puedo decir, hace rato que los estaban llamando de Chilevisión, no sé si fueron para allá, pero esto es así”.

- ¿Cómo quedaron las relaciones con su ex compebres?

- Todo bien, con ellos trabajamos hace años juntos y bueno, tenemos que seguir adelante. Pero sabes, en esta pega no hay nadie irreemplazable y lo importante es seguir por el camino que ya logramos pavimentar”.