"Viejo Zorro" es toda una joyita. Colmada de momentos memorables, la realización de Cristian Leighton ("Patiperros", "Mi mundo privado") es hasta la fecha el mejor cocido de documentales del 2008.

Emocionante, con relatos precisos y una fotografía notabilísima, el espacio realizado por la productora Surreal y emitida los jueves por ChileVisión ha destacado en la parejita parrilla programática de la televisión criolla. Sin pretender más que contar las historias de notables teclitos, la pomada logra enganchar gracias a méritos como su loable preocupación por los detalles, su respeto por los tiempos, por aprovechar los momentos y por demostrar que un gesto puede decir más que mil frases pa'l bronce.

Compuesta de ocho capítulos, el trabajo toca con respeto el peludo tema de la vejez en nuestros tiempos, exhibiendo la vida de diversas personas que bordean los 80 años y que viven bajo sus propios conceptos de plenitud.

Con la capacidad de contextualizar sus historias, los realizadores logran sacarle el jugo a sus personajes -escogidos con pinzas- a través de un registro en el cual la complicidad es pieza fundamental. Una pareja de porteños que a poco de cumplir los 60 años de casados desnudaron sus vidas sin ningún tipo de pudor, un deportista viudo que se niega a perder la esperanza y un científico que optó por rearmar su vida en la soledad de Farellones; han sido parte de una trabajada temporada, donde queda claro que hay que puro aprender de los viejos zorros.

Por Jorge Ramiro Ruz