Arturito, de "La casa de Papel": "quiero conocer la casa de Moneda"

"En todas las series tienen que haber buenos, malos y 'tocapelotas'. Y bueno, alguien tenía que hacerlo...", así definió, en exclusiva a La Cuarta, el actor español Enrique Arce a su especial personaje en la popular serie "La Casa de Papel".

Arturito Román es el director de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, lugar donde se lleva a cabo el atraco que se desarrolla durante las dos temporadas. Es ahí donde él demuestra lo odioso y detestable que puede llegar a ser alguien. Por estos días, el actor visita Argentina invitado por el Hotel Boca.

En cada una de las calles de Buenos Aires es reconocido y sometido a las tortuosas selfies. Desde su lugar de hospedaje, ambientado en el equipo de fútbol, habló con La Cuarta.

"Ni por asombro podría haber imaginado el éxito y eso que yo era de los más optimistas dentro de la serie. De hecho, en un festival dije que si no funcionaba en España, igual en el mundo lo hacía", cuenta a modo de lo que fue predicción hace ya un año.

El nivel de éxito de la serie ha alcanzado niveles insospechados que no estaban en los planes de sus compañeros ni en los de él. "Cuando lo hablaba con uno de los directivos de Netflix, le pregunté si se esperaba esto y me respondió: 'Quién se podía esperar algo así, nadie'. Uno puedo esperar algo mejor o peor, pero si hubiese un secreto, se haría con todas las series", declara emocionado.

- ¿Cómo lo han vivido a nivel de equipo?

Eso nos ha sorprendido a todos y en especial por la diferencia de países. En Latinoamérica tenemos el idioma, pero me dijeron que en Suecia cuando alguien es muy pesado le dicen "No te hagas el Arturito", o sea, estamos poniendo frases dentro de las mismas culturas.

- ¿Se cuentan entre ustedes lo que les ocurre por el mundo?

Tenemos un chat, donde todas las cosas que nos llaman la atención las ponemos. Es maravilloso poder ver, porque el que anda de viaje cuelga fotos y siempre compartimos nuestras cosas sobre la serie, y hace que la llama no se extinga.

- ¿Cómo se siente interpretar a un personaje de más odio que amor?

Arturito tiene momentos en que es el hombre más abominable de la tierra y otros en que tiene arranques heroicos, es un personaje muy rico de interpretar.

- Pero está "construido" para caer mal...

La gente se pone del lado de los atracadores, así está creada la serie. La idea es que el público sea afín con este grupo de desahuciados que quieren dar un golpe al establishment, porque no intentan robar a nadie, le roban al estado. En todos los países la corrupción ha tenido un gran impacto y la gente se quiere rebelar, entonces estos ocho atracadores quieren poner todo pies para arriba.

- ¿Ya te conocen más como Arturito que como Enrique?

En la calle me dicen: "¡Qué jodido que eres Arturito!". No te imaginas, creo que Enrique o Quique sólo me dice mi madre. Todo el mundo, incluso amigos, me dicen "Hey, Arturito", pero está bien, no me lo tomo a mal, me parece que Arturito me ha dado muchísimo, debo estar contento y agradecido a la vida por ese personaje.

- ¿Eso te pasa más en el extranjero que en tu propio país?

En España sigo siendo conocido mucho más por mis trabajos anteriores y es el lugar que ocupa mayor espacio en mi vida. Allá no pasó nada cuando se emitió "La Casa de Papel", recién está empezando a pasar ahora con Netflix, pero ni siquiera como en todos los países. En España sigo siendo Enrique Arce, para todo el resto del mundo soy Arturito.

- ¿Es agotador que te reconozcan en todas las esquinas?

Por estos días estoy en Buenos Aires, y pues sí, es agotador y gratificante. Es el respeto a la gente. En Sudamérica la locura está instalada en Brasil y luego en Argentina. He estado casi en la mitad de los países de Latinoamérica, me queda Chile que espero hacerlo en algún futuro.

- Acá en Chile la casa de gobierno se llama "La Moneda".

Si Arturito se queda sin trabajo tiene otra "Casa de Moneda" para trabajar... Pues Arturito acepta de buen grado jajajá, tengo amigos en Santiago y los quiero volver a ver. Los conocí en España, me apetecería ir, tengo dos o tres casas donde llegar. Ojalá surja algo de lo que me han propuesto, pero está en el horizonte.

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