La creadora de contenido estadounidense Lindsay Dewey, compartió la trágica noticia vía redes sociales y anunció que donaron los órganos del menor: “Ve a salvar vidas, cariño”.
Hace unos días, la influencer estadounidense Lindsay Dewey -conocida por su contenido sobre la crianza infantil- compartió la triste noticia del fallecimiento de su bebé.
La creadora de contenido reveló a través de un posteo en Instagram que Reed, su hijo de 22 meses, murió víctima de un trágico accidente cuando se le cayó un enorme espejo encima al interior de su hogar: “Nuestro precioso, alegre y absolutamente perfecto bebé no recibió su milagro terrenal. Estamos destrozados".
En esta misma línea, añadió: “No puedo evitar sentir una inmensa gratitud por haber sido su mamá durante 22 meses. Él solo conocía el amor. Y solo daba amor. De verdad. Y quienes nos rodean pueden dar fe de ello. Nos privaron de ver crecer a nuestro pequeño, tan alocado y divertido. No es justo, no se lo merecía”.
¿Cómo fueron los hechos?
El accidente ocurrió mientras ella se encontraba en la cocina, y asegura que solo escuchó el ruido proveniente de una de las habitaciones, acudió corriendo y allí se dio cuenta de que su hijo, que había comenzado a dar sus primeros pasos, jugaba con un tazón con ventosa, pegándolo y despegándolo en el espejo que no estaba anclado a la pared. Este movimiento provocó que el espejo, de gran peso, se desplomara sobre el niño.
“Estaba tan confundida sobre cómo podía haber pasado... De ninguna manera nuestro hijo era lo suficientemente fuerte para moverlo, y menos hacerlo caer. Cuando levanté (el espejo) y lo volví a recostar en la pared, vi que tenía el vasito pegado”, explicó.
“Todavía estamos en shock"
“Nuestras vidas cambiaron en cuestión de 10 segundos. Y todavía estamos en shock. Un pedazo de mi corazón siempre faltará hasta que esté en el cielo amándote de nuevo. Te quiero tanto hijo... Me ayudaste a superar los momentos más oscuros de mi vida el año pasado", explicó Lindsay.
Pese a los esfuerzos de los doctores, el menor fue diagnosticado con muerte cerebral, y la familia decidió donar sus órganos: “Me he estado diciendo a mí misma: ‘Si no recibe su milagro, se convertirá en uno’ y eso es lo único que me ayuda a superarlo“.
“Eres el milagro de alguien, Reed Michael. El milagro de 5 niños pequeños, para ser exactos. No podía dejar de pensar en las familias que recibieron la mejor llamada de su vida, su oración contestada”, añadió.
“Tu legado vivirá para que estos otros bebés puedan vivir sus vidas, completos y sanos (...) Le di un beso de despedida y le susurré: ‘Ve a salvar vidas, cariño’. Nunca lo olvidaré.”, finalizó la dolida madre.
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