El crudo mea culpa de Bombo Fica tras su show en Viña

A dos semanas de su presentación en el Festival de Viña del Mar, el humorista Bombo Fica decidió hacer una sentida autocrítica. Su presentación fue correcta -incluso ganó gaviota de oro y plata- pero tuvo momentos débiles. Específicamente cuando entraron en escenas Mariela Montero y Willy Benítez.

Tanta fue la sorpresa con la participación de los extras que incluso Stefan Kramer decidió usar la situación en su paso por Viña, algo que no fue del gusto del Bombo. "Hay que tener códigos", comentó.

En entrevista con el programa "Cara a Cara" de La Red, el cómico se refirió al post show en Viña y su supuesta mocha con el imitador.  "Uno tiene que aprender a manejarse. Hoy en día la gente que se dedica a las comunicaciones tiende a tomar ciertas cosas y armar una historia con algo que uno no cerró bien. O que no lo dijo bien o que no se supo expresar bien, y termina transformándose en una historia aparte. Después uno tiene que salir a explicar esa historia aparte".

Los errores de su show

Con la mente más fría, el Bombo aseguró tener claritos cuáles fueron los condoros que cometió arriba de la Quinta Vergara,  rutina que obtuvo el rating más alto de la versión 2018.

"En lo que yo asumo mi error, porque el único responsable de esto soy yo, es el no haber hecho una lectura exclusivamente del Festival de Viña del Mar. Porque el escenario del Festival de Viña del Mar es un escenario distinto. Entonces, no supe explicar bien mi espectáculo. Lo que iba a presentar era un espectáculo que se llamaba Sospechosa La Weá. La gente siempre interpretó que yo iba a estar solo. Yo no lo supe explicar. Primer error".

Pero los errores que Bombo Fica encontró no terminaban ahí. "Segundo error: no manejé los tiempos, porque actuar a la una no es lo mismo que actuar a las diez. Por ende, los grados de tolerancia de la gente son distintos y yo hice una mala lectura. Debería haber apretado los tiempos".

Y por último confesó un tercer error. "El público que había ese día a lo mejor me permitía haber manifestado el espectáculo con una dirección más hacia el público que había esa noche, que era de Bosé y que era de Illapu. Siento que ahí no tuve el manejo a la altura de lo que Viña necesitaba. Que es un detalle para muchos, pero para mí es una lección de vida".

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