Lea y comente la columna de Carlos Tejos: Noticiarios de TV en el banquillo

Los noticiarios de la TV chilena hacen noticia. A los telediarios chilenos se les pide un cambio: más allá de adelantar su horario, reducir su insufrible duración y evitar noticias simpaticonas y atemporales de relleno.

El sentir de los televidentes es claro: que dejen de ser el show de noticias (muchas irrelevantes) en que se han convertido; que sus emisiones, en los distintos horarios, tengan una menor duración -algunos sobrepasan los 90 minutos-; y que cumplan con su misión, la de informar -y no entretener- mediante la reconstrucción, objetiva, significativa y a veces interpretativa, de hechos verdaderos, contingentes y de interés público que, realmente, tengan consecuencias o afecten al colectivo.

El criterio de la relevancia noticiosa se ha debilitado, tanto como el de la no saturación del televidente. ¿El perro que canta? Mañana, tarde y noche. ¿La cazuela más grande? Tanta repetición avinagra. ¿Lo nuevo (como pueril) del futbolista de moda? Aparentemente, noticias en almíbar para relleno.

Esos temas pueden ser parte de la pauta periodística de algún programa magazín. No de noticiario central, en el que los hechos de la cultura y el espectáculo parecieran ser, si es que se consignan, un regalo promocional hacia el fin de semana.

Entonces, ¿cuáles temas? Sugiero que, sin excepción, aquellos sucesos y decisiones de la autoridad que tengan repercusión en la población y en su desarrollo. Incluso en el caso de hechos que causen alarma pública -asaltos, tiroteos, desaparición de personas- mitigar su entrega, para que así no perdamos la capacidad de asombro y, al día siguiente, no terminen siendo el grueso temático de matinales que buscan su razón de ser.

Es innegable que el estar mejor informados ayudará a salir del modo siesta o atontamiento, como también a que cada quien tome mejores decisiones y opine desde el conocimiento.

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