Columna de Vasco Moulian: "Lo bueno viene en frasco chico"

Es divertido ver, cómo en las redes sociales, los que se dedican a hacer los ingeniosos "memes", se ensañan con algunos personajes de la televisión. Y tengo una teoría, sobre todo con una de las víctimas más frecuentes, Luis Jara.

Me parece que Luchito, es más "vivo", que todos nosotros y juega, echándose al bolsillo, lo que puedan decir sobre él. A estas alturas ya no tiene cuero de chancho, tiene un escudo de hierro llamado "inteligencia emocional". O no me van a decir, lo genial que fue cuando se manda la frase pal' bronce: "Siento que estoy cantando como Freddie Mercury".

Yo lo encuentro ¡notable! Habla de una seguridad en sí mismo, como artista y como persona, habla de su inteligencia al tener la capacidad de reírse de él mismo.

Ahora, reconozcamos que con la pérdida de su mascota llamada "Hulk", se fue al chancho. Ponerse él mismo en la foto con un "se busca", mostrando un décimo quinto fragmento del perro, terminó por colmar a los intensos y agresivos usuarios de las redes sociales. (Con un final feliz, porque apareció el perro).

Mi teoría, insisto, es que hace rato Luis Jara Cantillana nos agarra para el "leseo" a todos nosotros y caemos redonditos.

El ego es muy común en los artistas y de cierta forma es bueno, mientras se mantenga relativamente controlado.

Esta vez estoy con el artista nacional, que trabaja como animador, de lunes a viernes, de 8:00 de la mañana hasta las 13:30 horas; que todos los santos días está inventado algo. Además es un tremendo cantante que se para todos los fines de semana sobre algún escenario.

Antes de ayer presentó a Joaquín Méndez, compañero del matinal, una especie de "ahijado", se pasó el cabro, interpretó una canción de Fito Páez, "Yo vengo a ofrecer mi corazón" ¡extraordinaria! y el que lo estaba presentando era él mismo, que se quiso quedar detrás y no interrumpir el momento del joven argentino.

¡Váyanse un ratito al carajo! todos los que están aportillando y chaqueteando siempre a Lucho Jara. Eres un tremendo artista y gestor cultural. Dicen por ahí, que lo bueno viene en frasco chico.

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