Al médico que entrevistaban decía que era muy difícil que el joven modelo saliera con vida, luego de que se confirmara que tenía el 90% del cuerpo quemado. Pues, nueve meses después, lo vemos sentado en el programa "Vértigo", de Canal 13, contando de su recuperación, su vida y sus futuros proyectos.

Obviamente, las secuelas del grave accidente eran evidentes en su cara y sus manos, cubiertas por guantes, pero me dio gusto verlo tan vital, con tanta energía, tanta garra, estaba tan vivo y pasado de revoluciones.

Producto del nerviosismo, probablemente, no se daba cuenta de la cantidad de garabatos que decía por minuto, pero se le perdonaba todo. Está vivo y caminando...un verdadero milagro, luego de haber estado 10 minutos muertos.

Fue tan brutalmente honesto que a ratos sentía pena por él, pero rápidamente salía del paso con su entusiasmo y ganas de vivir, no dejando de llamarme la atención la empatía y la calidez de Diana para con él, no así de Martín, a quien lo noté un poco más lejano, puede haber sido mi sensación y a lo mejor me equivoco.

Claramente hubo un "mensaje" que lo marcó, dentro de este fatal capítulo de su vida, y fue cuando una enfermera le dice: "Qué alegría que un famoso se haya quemado".

Al final del día, Ignacio reflexionó sobre esta "Prueba de Dios", dándose cuenta de que este tipo de accidente pasa todos los días, en todos los lugares, a gente pobre que se les quema la casa y nadie la toma en cuenta. Le pasa a un "conocido" y están todos los canales y la prensa pendientes, terrible pero cierto.

Lo positivo de todo esto, es que este chico lo tomó como una lección de vida, está con ánimo, con fuerza para empezar de nuevo, me saco el sombrero por él y por sus familiares más cercanos.