“Miguel Balmaceda” —más conocido como “Miguelito—, el compañero de “Don Benito” en el almacén de barrio en Pituca sin lucas, en el 2014, para la primera teleserie de Mega, había sido prácticamente el último papel de Claudio Olate en un melodrama de TV. Ahora, regresó.

En el 2018, en Gemelas (CHV), tuvo un pequeño personaje como locutor de radio, donde conoció a la protagonista, Paloma Moreno, con la que ahora se ha vuelto a topar para Reunión de superados, donde ella es “Pili”, una de las apoderadas del Thomas Campbell School, del curso que tiene como profesor jefe a “Rubén”, encarnado por Olate.

“Aquí estoy de nuevo disfrutando de la teleserie”, declara el actor a La Cuarta, y dice sentirse “contento”.

Si bien Pituca sin lucas se grabó hace ya más de una década, Olate recuerda que aquella historia volvió a emitirse durante la pandemia, lo que brindó “la oportunidad de que gente, más joven incluso, la haya podido ver, y me dicen: ‘él es Miguelito de Pituca sin lucas, que trabajaba con ‘Don Benito’“, que es Fernando Farías,de los actores más preciosos con los que he actuado en televisión”, recuerda. “Fue una experiencia muy bonita”.

El regreso de Olave

El actor, que dice sentirse “feliz” con su regreso, recuerda sobre el periodo fuera de los melodramas: “Generalmente uno insiste un poquito, insiste, llama; pero cuando ya uno siente que no está dentro de... uno empieza a echarse hacia un lado y a diversificarse”, admite.

Olate agradece a Dios el haber logrado “diversificarme”, cuestión que arrancó en marzo del 2020, cuando se animó a cantar ópera en el balcón de su departamento en Ñuñoa, siguiendo la tendencia de las cuarentenas europeas del Covid-19. Por lo mismo, se le presentó la chance de aparecer en un comercial. Y un año después estuvo en The Covers (Mega) imitando a Raphael.

Antes de aquel vuelo mediático, “ya había hecho algunas cosas cantando”, recordó, hasta que con la arremetida de aquel virus pudo “explotar” esa arista: “Siempre he tenido esa faceta de canto e imitación, pero no había podido mostrarla, y la mostré en pandemia y en estos programas de canto”, cuenta.

El intérprete también recuerda que, hacia el final de la pandemia, se contagió con el virus. Pero no pasó a mayores. El que sí la tuvo complicada, fue su padre, hoy de 72 años, según contó en el 2022 en La divina comida (CHV). Ahora, Olate hijo cuenta: “Estuvo súper grave, intubado y lo pasó mal”, sin embargo, “ahora está recuperándose y todo bien”, eso sí, “quedó con secuelas: más cansado y le costó más recuperarse. Fue un tema complicado”.

En mayo del 2024 —tras la salida de Cristián Campos del elenco por la bullada denuncia—, se estrenó la obra Reunión de apoderados, obra coescrita y dirigida por Rodrigo Bastidas, con a Claudio Arredondo,, María José Prieto (ahora, Luz Valdivieso), María José Necochea, Nicolás Saavedra y el propio Olate en el escenario.

—De repente a las teleseries les va tan bien que hacen teatro, y esta teleserie fue al revés: partió de una obra de teatro —cuenta.

Es decir, según explica, Reunión de superados es una suerte de “ampliación” —también con Bastidas en el guion— que partió de la pieza teatral Reunión de apoderados: “La obra la fueron a ver varios directores y productores de acá de Mega”, relata en alusión a la “Quena” Rencoret, Felipe Arratia, Patricio González y Paticio López. “Y yo agarré ese personaje”, cuenta sobre su arribo al melodrama, pasando con su personaje de las tablas a la pantalla chica.

Él interpreta al profesor jefe, Rubén, a quien define como “simpático, muy cercano a los alumnos, con mucha buena onda con los papás”.

Sin embargo, en alusión a los personajes encarnados por figuras como Diego Muñoz, Daniela Ramírez, Mario Horton e Ignacia Baeza, el intérprete admite “que son súper difíciles, exigen mucho, de repente me paran los carros y se ríen de mí; pero este profe es muy íntegro y logra siempre salir adelante de todas las dificultades que le ponen estos papás, porque son complicados, con muchas lucas, se sienten dueños de de todo y de repente quieren llevarla en las reuniones de apoderados, y el que los controla soy yo”. Es más, “a veces se quieren agarrar a la combos”, así que “hay dificultades”, adelanta.

Olate se siente agradecido con las teleseries, en especial con Quena Rencoret, que lo llevó a su primera teleseries en el 2002, Purasangre (TVN), donde interpretó al jinete Junior Leiva. “Fue un un bombazo, me fue súper bien y se me abrió todo: las series, los eventos y el teatro”, recuerda sobre esos años mozos. “Fue un muy buen comienzo para mí”, admite, aunque “antes había hecho humor en Morandé con compañía (Mega). Pero aquel “fue el puntapié inicial para una explosión artística que tuve”, destaca sobre la ficción televisiva. “Fue maravilloso”, remarca.

Fuera de la TV

Ahora, en su vida laboral fuera de la TV, el actor actualiza que “siempre estoy con obras”, y que, de hecho, en octubre estará de vuelta Reunión de apoderados.

Junto con ello, “sigo haciendo stand-up y también los tributos de (Ricardo) Montaner”, dice. “Tengo mi abanico de trabajo, si no está la teleserie o la obra: tributos y stand up”.

Sobre su faceta en el humor, él explica que su rutina trata sobre salud mental y de “los problemas que tenemos la gente que es baja de estatura y de la relación que tenemos los hombres con las mujeres”, informa sobre este show que también contiene música que interpreta.

Eso sí, Olate no ha podido presentar su propuesta en Santiago, “pero me he presentado en varias ciudades, en diferentes pubs, y he podido hacer shows de forma continua”, destaca.

En cuanto al tema de la baja estatura, Olate comenta que, “generalmente, en las teleseries me ha tocado que me han llamado por el tema de la estatura”.

Esta vez, para Reunión de superados, “hay un guiño bien especial al personaje, porque yo soy profesor de basquetbol, entonces también la gente se ríe un poquito de eso, y algunos papás me lo cuestionan; tengo que explicarles que como profesor de básquet les enseño algunas técnicas”, defiende a su papel. “Pero el tamaño generalmente ha sido algo que se ha tocado en mi tema con las teleseries”

A su juicio, “creo que ha sido un plus”, dice. “Hago a Ricardo Montaner, que también es chiquitito, y ahora me gustaría sacar otro personaje: Lucho Barrios, que de repente me lo piden de las comunidades del Perú, y empezar a hacer alguna cosa con los boleros y vals peruanos”.