La noche de este lunes se vivió una nueva gala de eliminación en la casa de Gran Hermano. En esta ocasión solo dos participantes quedaron en la placa: Camila Power y Felipe Thompson.

Cabe recordar que inicialmente Íñigo López también se encontraba en la placa, pero el joven decidió renunciar y abandonar el encierro este domingo. Ante esto, la gala se movió para la noche del lunes.

Finalmente, la séptima eliminada del reality fue Camila Power, quien obtuvo el 70,22% de los votos del público, versus el 29,78% de Thompson.

“Estoy tranquila, estaba un poco cansada igual”, confesó la jugadora de entrada. “Creo que la vida te pone ciertos desafíos importantes por algo, confío mucho en ella y en los aprendizajes que estos traen”, reflexionó.

“Me voy tranquila porque hice ciertos vínculos preciosos que para mí es lo más importante en la vida. Me voy segura de mi misma, más que nunca. Estoy contenta y orgullosa de mí de haber hablado mi verdad, de haber sacado la voz, por más que me costó”, continuó.

En ese sentido, agregó: “Estoy muy ansiosa de seguir diciendo verdaderas afuera también. Creo que sea un espacio, o espero, bastante más cómodo para poder moverme desde un lugar más lúdico, que también me pertenece, que creo que aquí en la casa no he podido mostrarlo demasiado”.

Posteriormente, Felipe Thompson tuvo unas sentidas palabras para su compañera. “Camila es una gran persona (...) La duda que siempre ha estado en ella es cómo la pueden ver, la han tocado situaciones injustas, donde de repente ella se ha quedado con las ganas de expresarse mejor o de solucionar el tema de cómo se vio una situación”, expresó.

“Creo que le han tocado semanas súper duras, pero comunicar que ella es una persona real, de sentimientos, una persona sensible, que se le hacía esto sumamente difícil”, aseguró.

“Tiene mucho que decir, tiene mucho que hablar, así que por favor escúchenla. Si tiene la posibilidad de volver, aquí estaremos esperando, si es que estamos todavía”, agregó Felipe Thompson.