Más allá de los beefs que Shakira le ha dedicado en cada una de sus últimas canciones, sobre todo después de su colaboración con Bizarrap, los medios españoles aseguraban que las negociaciones entre la artista colombiana y Gerard Piqué, consumada su ruptura, habían sido amigables. Claro, principalmente porque ambas partes se habían propuesto evitar a toda costa un juicio.

De manera que, tras siete meses, se llegó a un acuerdo en todos los puntos. Aunque, en las últimas horas, la prensa rosa española dio a conocer algunos detalles de la negociación: por ejemplo, que la firma final demoró mucho más de lo pensado… unas trece horas.

¿Qué pasó? En los documentos que se firmaron desde ambos bandos, se estableció que Shakira junto a sus hijos, Milan y Sasha, vivirían en la casa de Espulges de Llobregat, con fecha límite de hasta el 30 de abril. Entonces, tal como ella quería, se mudarían a Estados Unidos.

En principio, según recoge Sport, esta fecha no suponía ningún problema, se trataba según los abogados de un “mero trámite”. Pero aparentemente todo cambió con el retraso que tuvo la artista colombiana, un detalle que no le gustó para nada a la familia de Piqué.

Shakira, en rigor, deseaba irse hace bastante tiempo, pero el estado de salud de su padre, William Mebarak, fue aplazando el viaje… hasta este domingo, que por fin tomó el avión con rumbo a Norteamérica.

El tema es que el padre del exdefensor del Barcelona se tomó muy mal que La Loba no respetara los tiempos acordados, por lo que habría enviado una carta de desahucio a su nuera, con el objetivo de recordarle que la fecha límite era el jueves 30.

Ese gesto, considerado desde el lado de Shakira de muy mal gusto, terminó por romper una vez más la relación. Y ahora, según los medios españoles, nuevamente todo pende de un hilo.