A sus 34 años, Nicolás Cid, cantante que se desempeñó como el doble de Steve Perry, frontman de la banda estadounidense Journey, tocó el cielo con sus manos tras coronarse ganador de la más reciente temporada de Yo Soy.

Entre el domingo y lunes, cuando la competencia llegaba a su punto cúlmine, el público se la jugó por su favorito y fue así como Cid logró superar, entre otros a los imitadores de Marc Anthony, José Feliciano y Brian Johnson en una reñida final.

Como el número 1 del estelar, el Steve Perry criollo se embolsó 15 millones de pesos y no sólo eso: su reconocimiento, por lo visto en las redes sociales, traspasó fronteras.

Al respecto, bajo su particular melena y evidentemente feliz, el cantante conversó con Biobiochile, donde habló de todo: sus inicios en el mundo de los imitadores, su largo camino, Yo Soy y lo que espera en un futuro.

https://www.youtube.com/watch?v=oTFdA8iDbqE

Steve Perry chileno

Aunque comenzó desde joven su carrera como artista, fue recién en 2014 cuando Nicolás Cid dio el salto que cambiaría todo en su carrera. Ese año, se unió formalmente a Evolution, la banda tributo a Journey, donde se desempeñó como el imitador del cantante y compositor de 72 años.

"Este grupo ya existía, pero quien era vocalista decidió irse y fue ahí cuando me uní porque tenía una voz similar a Steve Perry, según me decían ellos", detalló Cid.

Al frente del escenario, cantando los himnos de la banda estadounidense, Cid vivía ahora sí la vida del rockstar. Semana a semana, Evolution sorprendía a propios y extraños con sus interpretaciones.

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Nicolás Cid en la final del programa de imitadores.[/caption]

Pero fue ahí cuando Nicolás comenzó a padecer las primeras dificultades: un problema auditivo que arrastra desde más pequeño le presentó un enorme desafío para continuar.

"Tengo un problema de formación de tumores en el oído (…); según explicaron los médicos, se debe a que cuando era chico sufrí muchas otitis y esto, junto a una mala cicatrización, empezó a generar tumores. Llegó un punto en que sólo tenía el oído interno, porque había perdido del oído medio hacia afuera", contó su drama Cid a Biobiochile.

Por lo mismo, el cantante debió someterse a diversas cirugías con tal de enfrentar a los tumores. Pero, él sabe, es un problema que deberá encarar de aquí en más.

Yo Soy… Steve Perry

"Cuando fui al casting, me llamaron altiro de que había quedado y eso fue súper bueno, de hecho, el casting fue el mismo día de mi cumpleaños".

Así comenzó la idílica historia de Nicolás Cid con el estelar de talentos de Chilevisión. Un camino que, en sus palabras, nunca imaginó que culminara de esa manera, ya que "conocía a algunos imitadores de programas anteriores y todos tenían muy buen nivel".

Además, en la conversación con la radio, sostuvo que no se hallaba en su mejor momento desde lo musical, porque llevaba más de un año fuera de los escenarios.

Al respecto, Cid destacó el apoyo de todo el equipo y, por supuesto, al público, el que finalmente se decidió por él en esta carrera al mejor imitador del país.

"Ver a personas con pancartas, a niños, hace que uno sea responsable con la audiencia y darles lo mejor de uno", explicó el cantante en cuanto a su relación con el respetable.

Reconocimiento internacional

Pero el Steve Perry nacional no sólo se coronó en Yo Soy. Cid también alcanzó un gran reconocimiento internacional tras sus presentaciones en el estelar: en medio de la competencia, lo contactaron ¡desde Panam Sports!

La idea de la organización deportiva, en esa línea, era que Cid interpretara uno de los clásicos de Journey, "Don't stop believin'" a modo de motivación para todos aquellos deportistas que formarán parte de los próximos Juegos Olímpicos.

"Nunca pensé que eso iba a tener tanta repercusión. Ellos me contactaron por Instagram que querían que yo cantara la versión de ellos en un video motivacional. Nunca imaginé tener ese reconocimiento", destacó el imitador.

https://www.youtube.com/watch?v=oojP5RoENC0

Sobre su futuro, Cid comentó en la charla que ahora espera "decantar todo lo vivido" y, asimismo, descansar tras las arduas jornadas de grabación en el programa. Un espacio donde, además del primer lugar, el reconocimiento a nivel internacional y el cariño del público, forjó grandes relaciones de amistad con el resto de los competidores.