El Método Otakin: ¿cómo hace el antiinfluencer para reseñar a los locales que no lo quieren?
Aquí, el participante de El Internado explica cómo se graba cada uno de sus videos. También habla de sus costos, que cambiaron bastante con el tiempo.
A medida que ganaba popularidad y fuerza en redes sociales, Otakin cayó en cuenta de algo que antes no le ocurría.
—Más que miedo, la reacción de los locales cuando llego es: nos pillaron. O un: llegó el momento.
Y eso no era sostenible en el tiempo, de modo que debió tramar una estrategia, acaso un método para entrar por sorpresa y así probar la preparación como si se la sirvieran a cualquier otro, no a él, un foodie que subía como la espuma, a diferencia del resto, en virtud de sus críticas realistas.
No es nada del otro mundo, pero le renta:
—Como hay locales que yo sé que me conocen, que yo sé que no quieren que yo esté ahí, tengo que usarla para evitar ser echado. La estrategia es que entre alguien o un grupo de personas de mi equipo antes, a pedir la comida, y al momento en que está listo, me llaman y yo entro cuando la comida está servida.
—¿Y por qué —a tu juicio— esos locales no quieren que estés ahí?
—Porque hay muchos locales a los que voy que tienen su cartera de clientes ya creada hace mucho tiempo y que nunca han puesto una crítica porque ese local quizás le evoca alguna nostalgia o algún recuerdo. Y creo que eso es como la zona de confort de los restoranes. Los clientes frecuentes son la zona de confort, la zona segura, los que no van a criticar nada. Entonces, llega un guatón que ahora tiene alcance en las redes sociales, que su opinión vale, y te va a desenmascarar lo que estái exponiendo.
Hasta hace un tiempo, dice Otakin, el 99% de los registros que compartía en redes sociales eran financiados por los locales. Ahora, eso cambió. Él lo reparte así: “el 50% de los videos es pagado y el otro 50% es orgánico (él corre con los gastos)”. Y no es tan sólo por un asunto económico: “Entendí que muchos restoranes no me iban a llamar porque no querían exponer lo que estaban haciendo y yo estaba perdiendo un poco el foco de lo central, que era demostrar y desenmascarar que la cocina actualmente, y después de la pandemia, estaba horrible”.
—¿Tanto así?
—Nos estaban vendiendo lo que fuera. Teníamos tanta sed, tantas ganas de salir a huevear, tantas ganas de salir de comer, algo prohibido en pandemia, que se nos presentaron miles de restoranes y eran puras porquerías.
—¿Has aceptado algún canje?
—Encuentro que es una vergüenza y una humillación de que te digan: hazme un video y te regalo una cena o una hamburguesa. En un año y medio tengo tres canjes, que son de prótesis dental, el viaje a la Isla de Pascua y una cámara, pero comida nunca. Porque se desvalora el trabajo que realmente hay detrás. Aunque ustedes no lo crean, hay un trabajo muy arduo en el tema de edición, guiones. Eso no se tiene que comprar con una hamburguesa.
El precio de Otakin
Otro asunto que ha reconfigurado Otakin en este año y medio, desde que se estrenó con las reviews, es la paga. En agosto del año pasado, cuando hablamos por vez primera, el antiinfluencer me explicaba que había un costo detrás de cada video pero, sobre todo, una cláusula: “Cuando me contactan, quieren trabajar conmigo, yo les digo que mi opinión va a ser cien por ciento sincera y que yo no envío el video antes de ser publicado”. Es decir, “ellos se arriesgan a pagarme a mí, por lo que yo quiera decir”. Esa especie de contrato se ha respetado, pero los costos variaron.
En sus propias palabras:
—La mayoría de los locales los estoy haciendo sin costo. Ya pasó el tema de cobrar tanto, porque era para alivianar un poco el trabajo. Como te digo, se vienen nuevos proyectos y quizás los costos son mucho más y ya casi inalcanzables. Tanto, que mi nicho, que son los locales, no van a poder pagar ese precio. Se sigue cobrando por video, hay videos de todo tipo. Quizás cambié en la cantidad que se hace de pagados y no pagados, también por el precio. Pero créeme que ese valor que se paga, finalmente no es un pago: es una inversión que tú haces por el alcance y para poder exponer tu local en las redes sociales.
—¿Pero cuál es ese precio? Antes me hablaste de 850 mil pesos.
—El valor que tiene el alcance de Otakin ahora es mucho más de lo que yo podía pensar. Si yo te hablaba antes de 850 lucas, que para mí era harto, ahora las marcas pagan ridiculeces y con varios ceros. Y no es que me guste más la plata, pero ahora el nicho de los locales me lo financian las mismas marcas. Las mismas marcas me pagan a mí para que yo vaya a locales de forma orgánica y haga mi contenido, pero puedo nombrar la marca o el producto de ellos y me financian el video. Y al local comercial y al emprendedor le sale gratis.
La Firme con Otakin
Lee esto y el resto de la historia de Otakin —el bullying que padeció en la niñez, su paso por la Armada, su breve carrera como actor y sus métodos para alcanzar el éxito— en La Firme de esta semana.
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