La determinación la venía meditando hace años, pero el susto de salud que pasó gatilló este cambio.
Emeterio Ureta, conocido y popular empresario, ha tomado una relevante decisión que, eventualmente, cambiará su rutina de vida como la conoce: pondrá en venta su voluminosa casa ubicada en El Arrayán de La Dehesa.
El también viudo de 79 años llegó a esta determinación tras pasar por un grave problema de salud, a causa de un pre infarto, hace unos días, lo que despertó su interés por mudarse a un departamento, y así estar más cerca de su hija, Tita Ureta en Vitacura, que además próximamente tendrá un rol bastante protagónico con Mega en el Festival de Viña.
“La verdad vivo feliz solo, pero me acomplo a la preocupación de la Tita”, sinceró él a LUN sobre un cambio que llevaba masticando hace algunos años. Esta fue la gota que le rebalsó el vaso, considerando el trabajo que implica mantener una casa en solitario.
La propiedad aún no se ha publicado de manera oficial en el mercado, pero posee una arquitectura de corte español y se fue construyendo a lo largo de casi una década, tras haber sido adquirida por Emeterio hace cuatro décadas, siendo el lugar donde crió a sus dos hijos.
Cómo es la propiedad
El inmueble es dos niveles, con comedor, living, cocina y su respectivo jacuzzi, posee un total de 410 metros cuadrados. Está construido en un terreno de 5.000 mts2, es decir, media hectárea. Debido a que se ubica en una pendiente, la casa ofrece buenas vistas panorámicas a la Cordillera. Además, si bien los inviernos son fríos en esas altitudes precordilleranas, el hogar está equipada con un sistema de climatización.
Ahora, Ureta ha decidido aplicarle algunas mejoras a la residencia: “Contraté a una persona que me está pintando, haciendo arreglos de jardín, mantenimiento de piscina y barnizando los palos exteriores”, contó, pues considera invertir unos $20 millones en arreglos.
La propiedad también cuenta con sauna, club house, garaje para dos autos y hasta un búnker, por su miedo a los terremotos y desastres naturales. “Pedí que construyeran una casa anti-terremotos grado 20”, detalló.
El empresario ha tazado la casa en 15.000 UF, lo que equivale a unos $575 millones, y advierte que no tiene apuro en concretar la venta. “No estoy desesperado”, aclaró. “La voy a vender con calma, espero que se dé en seis u ocho meses o un año”.
“Es ideal para familias con dos o tres hijos”, aconsejó.
Sobre la chance de arrendar la vivienda mientras espera que aparezca un comprador, él fue claro: “De ninguna manera”, declaró quien cierra una etapa de vida. “No me gusta la idea de tener que meter gente a mi casa y que me dejen las sábanas manchadas o el colchón con chocolate”.
“Me hubiera gustado ser millonario y quedarme viviendo en ella hasta el día que me vaya de este mundo”, lamentó sobre su hogar “El marqués del Arrayán”.
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