Como era de esperarse, la muerte del Negro Piñera se convirtió en tema obligado en todos los paneles faranduleros durante la tarde de este viernes.

En el Hay que decirlo, por ejemplo, hablaron largo rato de los últimos días de vida del empresario nocturno, y también del legado que dejó en la televisión chilena.

Y para eso, incluso, tomaron contacto con Don Francisco, quien desclasificó una serie de momentos y anécdotas que compartió con el también cantante.

Además, uno que se quebró en pantalla y que se emocionó hasta las lágrimas con la triste noticia fue Willy Sabor, quien tenía un estrecho vinculo con el Negro.

Así lo manifestó en el programa de espectáculos de Canal 13. “Él fue muy cariñoso, lo recuerdo porque él creyó en mí, fue el primero que creyó en mí”, planteó el comunicador, evidentemente afectado.

Y en esa misma línea, agregó: “estoy muy apenado, me han llamado de todos lados, pero en realidad es que más que un amigo, soy un agradecido de tener la suerte de haberlo conocido”.

“Él me abrió su escenario en el Tutix (...) siempre lo he contado, desde hace mucho tiempo él creyó en mí de trabajar en ese lugar que era el más taquillero”, complementó.

Puros elogios

Pero eso no es todo, pues el panelista del mencionado programa farandulero contó que “iban todos los artistas a cantar (...) me acuerdo de tantas escenas, flaquito con una chaqueta de jeans, me subía al escenario y me ponía a cantar, fue muy generoso”.

“Cuando uno es cabro, uno espera que te den la oportunidad, y él me la dio”, recordó.

Además, también se refirió al día en que conoció al empresario. “No me acuerdo si hice un casting o no, pero el enganche fue inmediato (...) estamos hablando de una época en que era un cabro, te estoy hablando donde Miguel era ultra famoso”, relató.

Por último, reconoció que “era lo máximo, venía con todos los éxitos (...) yo me acuerdo de que una vez en El Quisco llegaba él, se ponía el gorro y entraba a la discoteca para que todos lo aplaudieran, pucha que le encantaba el show, era espectacular”, declaró.

“Siempre fue el mismo arriba o abajo (del escenario), era un personaje”, remató.