Este jueves, el periodista Andrés Caniulef cumple un año en el CREA, centro pionero en Chile en el tratamiento en alcoholismo y adicciones. Ya renovado, con ganas de volver a trabajar y centrado en el crecimiento personal, conversó en exclusiva con LaCuarta.com, donde recorrió estos últimos doce meses y confesó sus deseos para el futuro.

Siempre carismático y  seguro de sus palabras, Andrés no duda en empezar por el principio. "Me perdí. Creí que debía actuar de cierta forma para encajar en lugares o con personas. Me sentí muchas veces obligado a ser distinto, a actuar como una 'estrella' y eso hizo mella en mí", aseguró el periodista.

 - ¿Te sentías inseguro?

- Me provocó una incomodidad que se acrecentó con el tiempo, la cual buscaba aplacar.  Es una búsqueda urgente por sentirse bien y ese sentirse bien era sinónimo de drogas, lo que al principio parecía efectivo, pero no es más que una trampa que termina convirtiéndose en dolor y desesperanza.

 - ¿Cometiste errores?

- Claro, el principal error fue alejarme de mi familia, de mis padres.  También el creer y querer culpar a todos de lo que me ocurría. No escuchar consejos y alejarme de quienes buscaban ayudarme. En ese escapar herí y defraudé a personas a las que quiero mucho y que hasta hoy siguen preocupados por mi e interesados en mi bienestar.

 - Los errores sirven...

- Crecí, maduré, tomé conciencia de quien soy y lo que tengo, una familia y una historia de vida que me hacen valioso. Reafirmé valores, la honestidad, el ser responsable, generoso y ofrecer disculpas cuando es necesario. Con esa base, lo que venga será ganancia extra. Eso me da la fuerza también para enfrentar los problemas que surjan.

 - ¿Qué aprendiste de esas equivocaciones?

- Esa búsqueda por sentirse bien se transforma en algo compulsivo, y va mas allá de las drogas, abarca una forma de vida que no es adecuada, en la que te vuelves inmediatista, hedonista y narciso.  Nada lindo como definición. Entonces, cuando surge un problema o una emoción negativa ya no quieres pasar por ella, la evades, huyes y te escondes, pueden ser las drogas, puede ser el alcohol, puede ser el sexo, pero es sólo un autoengaño, con ello sólo se acrecienta el dolor. No hay mejor solución que trabajar en una y ese es el aprendizaje.  Dejar de escapar y hacerle frente a la vida.

El renacer de Andrés Caniulef

-¿Cómo estás ahora?

- Estoy muy bien, feliz de vivir este proceso, que no es sólo de rehabilitación, también es de autoconocimiento y crecimiento personal.  Este jueves cumplo un año y con ello el fin de una etapa y el comienzo de otra.  Me toca retomar el curso de la vida, pero esta vez, de la forma correcta.  En ningún caso es un borrón y cuenta nueva, tengo muy claro que este momento, el que vivo, lo abrazaré con cariño y para siempre.

- ¿Qué se viene para ti?

- Por ahora pretendo quedarme unas semanas en el hogar. Mi interés es retribuir lo aprendido, colaborando con el hogar y con el proceso de mis compañeros. En paralelo, estoy en la búsqueda de trabajo.  Quiero volver a mi trabajo en televisión, a mi trabajo como periodista, que es lo que me apasiona.

 - ¿Extrañas la pega?

- Sí, extraño mucho el trabajo.  Extraño estar al aire y tener la posibilidad de volver a reportear. Es lo que me gusta y en lo que quiero seguir desarrollándome.  La televisión es mi fuente laboral y el espectáculo envuelve a ese trabajo, pero las luces hoy no son mi prioridad.

Mirada de periodista

- ¿Cómo se vive la contingencia en tu caso?

- De la contingencia de estos meses, desde el estallido social hasta la pandemia, he sido testigo desde la comunidad terapéutica.  Tengo la suerte de que este proceso es súper integral y estar al tanto de lo que está ocurriendo, de informarnos correctamente, es parte de las directrices del Hogar. Hemos realizado conversatorios, iniciativa de nuestro Director Jorge Olivares.  Hemos desarrollado también un trabajo que apunta a manejar la ansiedad, el estrés que provoca por ejemplo la cuarentena (nosotros estamos en cuarentena preventiva hace más de un mes), para eso hemos desarrollado actividades de todo ámbito.  Lo último que hicimos fue un video para nuestras familias que buscaba darles tranquilidad y dar cuenta de nuestro bienestar.

 - Hay algo que te gustaría compartir...

- Yo creí en algún momento que la vida me era insoportable y que perdía la fuerza para luchar, pero logré revertirlo. Recuperé también las ganas, el amor propio y el amor por la vida.  Si me hubiese rendido de seguro esta historia no sería la misma o peor aún ni siquiera estaría yo aquí para contarla, pero ahora puedo decir con total propiedad que siempre vale la pena luchar y que nunca hay que dejar de intentar estar mejor,  así sea por esta enfermedad, la de la adicción o por los difíciles momentos que atravesamos, siempre debes intentar avanzar, siempre.