La periodista de Mega, Fran Reyes, estuvo este martes compartiendo con el panel de Mucho Gusto, donde también quiso someterse al difícil cuestionario de "Las preguntas de los niños".

"¿Alguna vez han visto un fantasma?", fue una de las preguntas que le hicieron a la Fran, quien comenzó a relatar una historia muy personal cuando fue "operada a distancia" por monjes brasileños.

La experiencia de Fran Reyes

"El año pasado estuve muy enferma y me operaron los monjes brasileños. Mi mamá mandó la carta, hicimos todo el proceso. Los monjes respondieron y 'vinieron' (...) Primero te operan y después te hacen tres curaciones, una por semana. Por ejemplo, la mía fue un jueves. Entonces, cada jueves de ese mes 'venían'", relató de entrada.

Luego, agregó que para esas "visitas" hay que acostarse en sábanas blancas, bañarse en agua con sal, para limpiarse y uno así "entregarse". Sin embargo, después todo se complico.

"Me acuesto y lo primero que siento es que quedo pegada en la cama. O sea, nada me movía de ahí. Si yo hubiese querido moverme, me hubiese costado mucho hacerlo", reveló.

"La segunda semana, hago el mismo proceso, más tranquila, más relajada. Los monjes llegan, me tocan y yo sentía como me tocaban. El terror que sentí fue horrible. Lo único que pedía era que dejaran de hacerlo. Yo les decía 'no me importa que me sanen, no quiero seguir sintiendo este miedo', complementó.

"Porque imagínate, tú estás tapada con una sábana y algo te está haciendo esto (tocando) en la cara. Lo sentí todo, sentí como me tocaban los pies, sentí la presencia de cuatro personas. Uno entra en trance como a los cinco segundos. Ahí ya hice la prueba, porque estaba con taquicardia, estaba mal y dije 'bueno, voy a abrir los ojos, para ver, porque esto ya es mucho', aclaró.

Tras cartón, aseguró que ahí "abro los ojos y claro, comprobé que las sábanas sí se estaban moviendo. Lo único que pedía en ese momento era que la sábanas no se bajaran, porque no quería ver lo que había al otro lado de la sábanas".

"Estaba todo oscuro. Solo una vela encendida, que es el proceso que te piden hacer. Mi hermano tiene epilepsia y también lo estaban operando los monjes en la otra habitación. Nos pasó lo mismo. Salimos los dos pálidos, con ataque. Los perros ladraban pero de una forma impresionante", aseguró.

Finalmente, de igual manera recomendó esta terapia porque la sanó, pero el miedo que sintió fue una experiencia muy fuerte.