Gorillaz conquistó al público en su segunda visita a Chile

Foto: Pedro Rodríguez
Foto: Pedro Rodríguez

La agrupación dirigida por Damon Albarn, regresó al país con un espectáculo que reunió las obras más selectas de su repertorio y en el que, incluso, el cantante bajó del escenario para cantar en la cancha del Movistar Arena, frente a fanáticos de diversas edades y generaciones.

Durante la noche de este martes 3 de mayo, Gorillaz se presentó por segunda vez en Chile con un concierto en el Movistar Arena, instancia en la que la banda dirigida por Damon Albarn se reencontró con su fanaticada nacional a cuatro años de su primera visita.

A pesar de que la cita estaba fijada para las 21:00, el público ya se mostraba impaciente desde que la organización abrió las puertas del recinto. Y aquella energía se intensificó cuando, con diez minutos de retraso y con todos los espacios ocupados, se apagaron las luces frontales para que las pantallas gigantes del lugar empezaran a transmitir “The Static Channel”, una introducción audiovisual en la que un televisor mostró imágenes que abarcaron desde una pelea de sumos hasta un felino salvaje paseándose con una presa en su boca.

En ese momento, el público en el sector de cancha se encontraba totalmente apretado, luchando por conseguir un espacio más cerca del escenario, pero cuando Albarn y sus compañeros subieron para interpretar “M1 A1″, aquel bloque se desarmó por completo.

Tanto desde ese sector, como desde las butacas de toda la arena, los asistentes saltaban al ritmo de uno de los temas más acelerados de la agrupación británica, el cual formó parte de su debut homónimo publicado en 2001.

Esos 21 años de carrera de Albarn junto a los personajes virtuales de Noodle, Murdoc, 2-D y Russel se hicieron notar, ya que en el público figuraban, en cantidades casi proporcionales, desde niños de una edad cercana a los 10 años hasta adultos de distintas generaciones.

Una vez terminada la primera canción, en la cual el también vocalista de Blur utilizó una guitarra Fender Telecaster diseñada para Graham Coxon (guitarrista de la banda británica), los músicos siguieron con “Strange Timez”, título en colaboración con Robert Smith (The Cure) que abre su más reciente entrega de estudio, Song Machine, Season One: Strange Timez (2020).

Durante la mayor parte del espectáculo, el cual contó con una agrupación completa de dos bateristas, un grupo de coristas, un guitarrista y un bajista, además de raperos invitados para temas específicos, Albarn se paseó a lo largo de todo el escenario, ya sea para interactuar con distintos sectores del público o para acercarse a su teclado e interpretar partes específicas.

Incluso, también se bajó de la tarima para llegar hasta el sector izquierdo de la cancha, a la misma altura del público, momento que generó que parte de los asistentes en el sector corrieran en esa dirección para intentar tocarlo o sacarse una foto con él.

“Disculpa el español. Cuando cantas, me levantas el alma. Es cierto”, dijo posteriormente con una pronunciación empapada de su acento británico. Y junto con ello, también recibió, en dos ocasiones, una máscara y un gorro de parte de los asistentes, los cuales utilizó para cantar algunas de las canciones.

A lo largo del concierto, Gorillaz interpretó títulos de la mayoría de sus álbumes de estudio, aunque la mayoría de la lista se centró en Demon Days (2005) y Plastic Beach (2010), además de otras obras como su debut y la publicada en 2020.

Luego de cantar temas como el clásico “Dirty Harry”, “Superfast Jellyfish” y, por supuesto, “Feel Good Inc.”, los cuales contaron con los apoyos vocales y rapeos de Bootie Brown y Pos, tocaron otros como “Momentary Bliss” y “Plastic Beach”, para luego retirarse de escena y volver al show con “The Pink Phantom”, “Stylo” y una versión modificada de su sencillo “Clint Eastwood”, en la cual le añadieron unos toques psicodélicos y de reggae en la parte final.

Tras aquella continuada tanda de canciones, decidieron cerrar con unas emotivas “Don’t Get Lost In Heaven” y “Demon Days”, mientras el público alumbraba con las linternas de sus celulares en los momentos en donde las luces se desvanecían.

En cerca de dos horas de espectáculo, Gorillaz ofreció un selecto repertorio de diversas etapas de su carrera, frente a un público multigeneracional que abarcó desde quienes conocieron a los personajes en MTV durante la década del 2000 hasta quienes lo hicieron a través de la aplicación de realidad mixta -similar al videojuego Pokémon Go- que estrenaron para promocionar Humanz (2017).

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