Kathy Salosny: "Mis amigos se ríen, pero creo en los duendes y vivo con ellos"

Figura de TVN asegura que hace nueve años comparte su casa con criaturas mágicas, con las que habla y pide que la cuiden. "Por qué vamos a ser tan pretenciosos y pensar que somos los únicos seres que existimos", dice Salosny, firme en su convicción.

Cada vez que Kathy Salosny le cuenta a sus cercanos que en su casa convive con duendes, ponen cara de incrédulos y la agarran firme para el leseo. Pero a la figura de TVN le importa un pepino que la molesten, pues cree firmemente en las populares criaturas mitológicas.

Tan férrea es su creencia que ha hablado abiertamente de aquello en su late No culpes a la Noche y esta semana hizo un contacto telefónico con Muy Buenos Días para contar su experiencia con tan especiales inquilinos. Como prueba de que existen comentó que a menudo le escondían joyitas, que después encuentra por donde buscó sin resultados.

En conversación con La Cuarta, Kathy profundiza sobre el tema, reiterando que le da lo mismo que piensen que es una chifladura.

"Vivo en una casa hace 9 años, antigua, del año 70, y fue un amigo con el cual vivía el primero que descubrió esto de los duendes. Al principio, como toda la gente, no creía, pero con el tiempo se fue haciendo más evidente. Se me desaparecían cosas chicas y después aparecían en lugares bien insólitos y visibles, era muy raro y reiterado", explica.

-¿Qué te hace creer que son duendes y no algún animal? Pasan por el lado de mi pieza y quiero creer en esto y le adjudico una cosa positiva. Dicen que son traviesos, porque me esconden las joyas, después aparecen, a no ser que yo sea sonámbula, jajajá. Por qué vamos a ser tan pretenciosos y pensar que somos los únicos seres que existimos. Además, como yo tengo una vida bastante solitaria, es más fácil percibir otro tipo de cosas que en una casa que está llena. De pronto escucho cosas, siento presencias, quizás estoy sugestionada, pero al final quiero creer que sí, que me cuidan, y ojalá algún día se presenten y coman en mi mesa.

-¿Cómo son, usan gorrito? Son de 1.85 metros, de 45 años, jajajá... Nooo, estoy bromeando, la verdad es que me los imagino como miniaturas, amorosos, divertidos. Sombritas, energías, no tienen una forma específicas.

- ¿Qué contacto has tenido con ellos? Yo les hablo... ¡ay que atroz! jajajá, y ya me acostumbré, porque cuando se me desaparece algo les digo, "ya duendecillos háganme aparecer los aros", y al tiempo después aparecen. Les pido que me cuiden, tengo como buena onda con ellos. La Sol (su perrita) siempre se asoma en el segundo piso, en una parte que da a un patio chiquitito que hay en mi casa. Mueve la cola, gime y yo me ponga al lado de ella, miro y nunca hay nada. Pienso que capaz vea a los duendes.

- ¿Tus amigos qué opinan de estos seres? ¡Se cagan de la risa! De hecho todo mi equipo de No culpes a la Noche se mueren de la risa, me dicen "eeeeella la duende", "dile a los duendes que vengan a la pauta".

- ¡No hay respeto! Pero a mí me da lo mismo, no sé si existen o no pero yo prefiero creer que sí. El ser humano siempre quiere buscarle una explicación a todo, pero de pronto creo que es más entretenido en la vida cuando una no le busca tanto eso y juega un poquito con la ficción, ¿por qué no?

-¿Has hecho alguna vez una limpieza espiritual de tu casa? No, nada de eso. Creo que la energía es de uno no más y mi casa tiene súper rica energía, adoro mi casa y los que habitan ahí son positivos.

Póngale nombre. Si usted siente que hay duendes en su vivienda, el investigador paranormal Carlos Martínez aconseja: "Hay que asignarles un rincón en la casa y ahí mantenerles galletas, licor, tabaco, cosas brillosas, también darles un nombre y labores, como proteger el hogar".

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