Para algunos es solo un tecnicismo, para otros un momento histórico. Lo cierto es que la misión NS-31 de la nave New Shepard concretó un exitoso vuelo por breves instantes hacia el espacio, con una tripulación compuesta solo por mujeres, incluyendo científicas, periodistas, astronautas y a la estrella mundial del pop, Katy Perry.

Se trata de la onceava misión tripulada de la nave New Shepard, parte de Blue Origin, la compañía aeroespacial de Jeff Bezos, el multimillonario dueño de Amazon, que ha realizado una serie de viajes turísticos espaciales prometiendo experimentar gravedad cero.

Katy Perry fue la atracción mediática de una tripulación conformada por la ex ingeniera de cohetes de la NASA, Aisha Bowe, la astronauta Amanda Nguyen, la conductora de televisión Gayle King, la productora de cine Kerianne Flynn y la periodista, escritora y pareja de Jeff Bezos, Lauren Sánchez.

Por tratarse de una tripulación civil, el viaje fue corto, pero igual de complejo: la odisea espacial duró un total de 11 minutos, en los que el cohete despegó a toda velocidad, se desacopló y dejó la cápsula sobre los 100 kilómetros de altura, cruzando la línea de Kármán, considerada el límite entre la atmósfera y el espacio exterior.

La tripulación pasó unos 4 minutos en gravedad cero, disfrutando de una vista privilegiada de la curvatura de la Tierra. Luego vino la parte más delicada: el descenso en caída libre, controlado por propulsores y un paracaídas, que permitió un aterrizaje seguro en el lugar previsto.

Tras tocar suelo, Katy Perry se convirtió en meme viral al besar el piso, señalando después que su experiencia “no se trata de ella, sino de abrir camino a más mujeres en la exploración espacial”.

Esta fue la primera misión espacial tripulada 100% por mujeres. Y aunque duró solo unos minutos, es una señal clara de que la carrera espacial privada en Estados Unidos avanza a gran velocidad.