Jorge “Kike” Acuña se ha casado en tres ocasiones, y la tercera fue ya habiendo dejado atrás su época de excesos, siendo su esposa Cynthia de la Cruz, a quien conoció por ahí por el 2020 a través de redes sociales.

El exfutbolista se topó con De la Cruz a través de Instagram y, de entrada, quedó un tanto flechado. Pero el camino fue despaAsí, por medio de chat, según contó ahora a La Firme de La Cuarta, estuvieron dialogando durante año y medio.

“Nos hablábamos muy poco, nos saludábamos; siempre fue una comunicación o conversación de mucho respeto”, detalló. “Hasta que, después de un año y medio, nos juntamos para conocernos”.

“Ahí hay una historia buena”, advirtió de entrada el protagonista y narrado: “Ella no quería, los cercanos le dijeron: ‘¿Cómo te vas a juntar con este hueón si es el ‘Kike Acuña’?”. Eso sí, “yo ya estaba fuera de las pistas, pero el pasado te condena”, planteó.

“Entonces no fue fácil, y ella dijo (a su círculo): ‘Me invitó a almorzar, entonces en vez de quedarme en la casa voy a ir a almorzar con él; por último voy a almorzar y después no lo veo nunca más”, contó él según la decisión que habría tomado la mujer con la que finalmente se casó en enero del 2022.

“Nos vimos y no nos separamos más, hasta hoy”, declaró él sobre ese primer encuentro. “Ha sido una relación súper bonita”. Además, “estoy muy agradecido de ella, porque me abrió las puertas cuando en ese momento no tenía absolutamente nada para ofrecer, más que amor y esfuerzo para salir adelante”, expresó el ex-U. Católica sobre lo que ha sido esta relación que lo ha tenido ya cinco años “juntos”.

La separación temporal

Eso sí, no todo ha sido miel sobre hojuelas, según el propio ex-mediocampista sinceró en octubre del 2024 en entrevista con Mauricio Pinilla para Fuera del Área (Agricultura TV).

“¿Cómo está tu corazón?“, le preguntó ”Pinigol" a Acuña en esa ocasión, que le respondió: “Roto... está roto”. Luego el ex-contención contó que “hoy estamos distanciados, separados” y aclaró que “no hay aquí nada grave, no hay terceras personas de mi parte”; pero sí admitió que “el genio me juega una mala pasada” y “el no saber conversar”.

Ahora, respecto a ese periodo, Kike planteó sobre esa separación: “Fue por el tema de que yo andaba medio enojado; quería que me salieran las cosas, que de repente no me salían tan bien”, así que “era de frustrarme muy rápido”, transparentó. “Pero afortunadamente todo (se arregló) conversando”.

“Yo era muy malo para conversar; cuando había algún problema me cerraba, no hablaba y me quedaba callado”, planteó a modo de mea culpa. “Hoy, cualquier problema o diferencia que pueda haber, se conversa y no pasa absolutamente nada”.

“Obviamente cuando hay amor, y no hay nada grave de por medio, todo se puede trabajar, solucionar y conversar”, manifestó. “Así fue cómo lo hicimos”.

Respecto al volver a estar juntos, “obviamente fue la mejor decisión, pues estábamos solos, y los dos pasándolo mal”, reconoció. “No era necesario”, aunque “aprendí a conversar más; me cuesta igual, pero prefiero conversar antes de pasar malos ratos y estar sufriendo al peo”.

El presente amoroso

Cynthia tiene tres hijos, los que —según Acuña ha contado en otras entrevista— de alguna manera han suplido la distancia que tiene con sus propios retoños de relaciones anteriores.

Sobre se actual matrimonio, a pesar de haber tenido un intenso periodo de carrete unido al alcohol, Kike contó: “No me gusta bailar, pero bailo, porque a mi esposa, que dice que bailo más o menos, le gusta... Antes era de ir al VIP, sentado, tomándome un trago, mirando a la gente pa’ abajo. Pero no era de bailar, no me gustaba”.

Tras años de excesos que lo llevaron a la bancarrota, Kike ha logrado recuperar una economía que había quedado en cero, así que “la relación que tengo hoy con la plata es súper importante”. Y reflexionó: “Creo que una de las razones por las que —a lo mejor— malgasté mucho dinero fue por no haberle tenido cariño a la plata y pensar que nunca se iba a acabar". Así que “hoy siento que la plata es como tu esposa: si no la cuidas, se te va a ir a la mierda”, declaró.

Además, en los años de excesos, tuvo muchos amigos que resultaron no serlo realmente, así que en el último tiempo ha tenido que ajustar el juicio para delimitar su círculo cercano: “Ahora para filtrar amistades mi esposa me ayuda mucho, porque siempre creo que la persona que está al frente mío es igual que yo: no tengo maldad ni otra cosa”, por lo que “me es difícil, y ella me ayuda harto y me dice ‘este sí’ o ‘este no’”; así que “afortunadamente hoy tengo varios amigos, pero que los conocí después de haberme ‘sanado’”.

En lo que a autocrítica respecta, Acuña sinceró: “Tengo un carácter odioso en el sentido de que cuando manejo ando todo el día diciendo que “¡los hueones no saben manejar!” y soy así. Antes era terrible; ahora, ya no. Cynthia me lo ha ido cambiando y, de a poco, ha hecho que me vaya dando cuenta que a veces no tiene sentido: para qué tener un mal rato si, chucha, estás bien y te molestas porque un hueón frenó o se cruzó de pista. Cuando manejo soy bien odioso".

Por último, respecto a su actual look, con el pelo más largo, sin su característica barbita ni el tatuaje que tenía en la sien, dice que a su esposa le gusta esa nueva pinta. Ahora, fuera de joda, Cynthia, que es mi esposa, me decía: ‘Pelao picante’“, comentó él entre risas. Sobre la chance de entrar a un reality, Acuña se mostró abierto, pero tendría que hablarlo con su mujer: ”Ahora ya no es llegar y tomar la decisión solo", declaró.

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