La columna de Daniel Fuenzalida: La tevé chilena en La era del Covid 19

"La iniciativa de tolerancia cero al covid-19 tiene a los canales en una encrucijada. El desafío de tener cinco horas al aire un programa con menos panelistas en el estudio y con un reducido número de invitados, obliga a hacer esfuerzos excepcionales".

El Covid 19 amenaza con fuerza a la televisión chilena. Las medidas que toman las estaciones van mucho más allá de llenar de alcohol gel los estudios. Los cambios pasan por enviar a animadores y panelistas a sus casas mientras se buscan alternativas para programar en caso de una "cuarentena total".

No son pocas las voces que aseguran que una de las maneras más efectivas de combatir el corona virus es el aislamiento. Y para dar el ejemplo, en TVN mandaron a la casa a su conductora, María Luisa Godoy, y a todos sus panelistas: Chiqui Aguayo, Gino Costa y Hugo Valencia. Los tres intentan tomar el ritmo que impone Nacho Gutiérrez desde el estudio. La labor resulta titánica debido a la obvia distancia y a ratos se pierde el horizonte en medio de la vorágine informativa.

La iniciativa de tolerancia cero al covid-19 tiene a los canales en una encrucijada. El desafío de tener cinco horas al aire un programa con menos panelistas en el estudio y con un reducido número de invitados, obliga a hacer esfuerzos excepcionales. En "Bienvenidos" el peso de la carga infornativa se lo llevan Amaro Gómez- Pablos, Polo Ramírez y Tonka Tomicic. Son ellos los llamados a convertirse en polifuncionales ante un panorama incierto.

No se trata de sacar rostros y enlazarlos al aire. La crisis que viven los matinales es más profunda y se enmarca en decisiones editoriales que van más allá de los franjeados. En Mega, por ejemplo, ya barajan la posibilidad de tener que congelar su matinal si la pandemia crece. La forma de llenar los espacios va por el lado de programas envasados y que fueron éxito, principalmente teleseries. Desde hace algunas semanas ya promocionan el regreso de "Pituca sin lucas", "Amanda" y "Señores papis". La idea es estar preparados ante la coyuntura, sobre todo ante un escenario de "cuarentena total".

Esto, sin embargo, tiene altos costos para la estación, ya que reprogramar producciones dramáticas obliga a pagar a los actores y realizadores dineros extra. En ChileVisión dejaron en pausa las grabaciones de dos de sus programas más exitosos, Yo soy y Pasapalabra, a la espera de nuevos aires. Como es primera vez que la TV se enfrenta a una situación así las decisiones han sido lentas y consultadas en variadas esferas. Por lo pronto existe consenso que mientras el público asuma que debe cuidarse vamos en el camino correcto para superar la crisis.

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