“Luego de 300 llamados...”: ME-O contó toda la “perseverancia” que aplicó para enamorar a Karen Doggenweiler

ME-O y Karen Doggenweiler.
ME-O y Karen Doggenweiler.

El excandidato presidencial se remontó a la época en que se desempeñaba como director de tele, cuando conoció a la animadora en el Buenos Días a Todos.

“Esta historia ha resistido 18 años”, declaró Marco Enríquez-Ominami sobre su matrimonio con la animadora de tele Karen Doggenweiler.

Como invitado en el podcast tú Me Importas Tú, el excandidato presidencial relató cómo surgió el amor con la actual conductora de Buen finde (TVN), para la cual se remontó a los tiempos en que se desempeñaba como director de tele, específicamente a cuando creó la serie La vida es una lotería, en 2002, emitida por el canal público.

Por aquel entonces, ya le tenía echado el ojo: “La observaba, no veía mucho el matinal (Buenos días a todos), pero sí la ubicaba, había visto un par de entrevistas súper sofisticadas”, recordó; de hecho, “una vez dio una entrevista sobre política y me impresionó mucho su coraje, jugándose por ideas progresistas”. Eso, comentó, “me pareció fascinante”.

Tiempo después, ME-O asistió al matinal como invitado para promocionar la mencionada serie, que se emitió hasta el 2005 en TVN, donde tuvo la chance de hablar con ella.

“Ella estaba vestida de rojo y negro, que son los colores del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria)”, recordó, según consignó Página 7.

Ante ese atuendo, él le comentó: “Oye, tú estás vestida como revolucionaria, ¿te diste cuenta?”. Frente a lo cual ella le contestó algo así como: “Claro, porque venías tú”. Frente a ese intercambio, “quedé muy impresionado”, confesó.

Segunda oportunidad

Tras aquella de aquella escena, el excineasta inició sus esfuerzos para conseguir una cita: “Luego de 300 llamados, nunca quiso”, reveló. Sin embargo, tuvo una nueva oportunidad de encontrarse con ella, para la promoción de la segunda temporada de la serie, instancia en que pidió la ansiada chance.

“De algún modo le dije ‘¿por qué no cortas tu hueveo y me aceptas la invitación?’”, contó. “Porque ya con un año de buzón telefónico creo que había demostrado suficiente perseverancia”. Dicho y hecho, al día siguiente salieron a comer.

De aquella época, ME-O se reconoció como un tipo “audaz”, al punto de que en aquel primer encuentro le dijo: “Necesito conocer a tu madre”. Ante esa inesperada propuesta, ella le contestó: ¿Por qué?”. Y él replicó: “Porque nos vamos a casar”.

“Seductor rasca”, comentó ahora al repasar el pasado.

Y para que hubiera casorio “tengo que conocer previamente a mi futura suegra”, le explicó. Ante tanta intensidad, ella le replicó: “¿Tú eres loco? ¿Cómo se te ocurre pedirme eso?”.

Al final, de alguna manera, se salió con la suya y “terminé almorzando en un restorán peruano con la que hoy es mi suegra”, refiriéndose a Silvia Lapuente, a quien “admiro”, remató.

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