Lleva tres meses en el "Bienvenidos", adaptándose a la chacota propia de los matinales, poniéndole todo el empeño para dejar de sentirse como chancho en misa. Mauricio Jürgensen, periodista serio, autor de la biografía de Américo, es panelista estable del franjeado de Canal 13 y desde que llegó destaca por dos ítems: es quien más sabe de música y de espectáculos, pero a la vez es el más tímido para prestarse para el leseo.

En el capítulo de ayer, Tonka dio una clase de caminata con estilo para la Gala del Festival de Viña. Todos prendieron con agua, menos Mauricio. El esposo de la lectora de noticias Carola Urrejola se quedó sentadito. Le insistieron y no quiso. Pero la pauta del momento mandó y el hombre rudo tuvo que ponerse de pie, seguir las instrucciones de la animadora y desfilar cual modelo.

Evidentemente no estaba en su salsa, pero cooperó y con tremenda sonrisa. "Toda esta incursión en el matinal es una aventura para mí, es la primera vez que trabajo en un programa de entretención en televisión. Antes de eso, era sólo del mundo de la crítica musical", admite el gentleman.

-¿Qué es lo que más te cuesta de este formato?

Evidentemente, el baile, el disfraz, hacer el loco. No me voy a poner una malla para hacer deporte, ni me voy a poner a bailar cueca, porque ya lo intenté y lo hice pésimo. Uno tiene que ser franco con eso, no pretendo estar disponible para todo. Hay límites para hacer ciertas cosas. En el tiempo que llevo ha sido muy bueno, hasta ahora el saldo es totalmente positivo.

-¿Sabías a lo que ibas o te tomó por sorpresa el tener que hacer lo tuyo y además juguetear en el set?

Hace rato quería estar en un lugar que me permitiera mostrar otra faceta más, aparte de la especialidad en música. No había pensado en un matinal, pero lo estoy viviendo, aprendiendo a disfrutar y a manejar dentro de los límites que la guata a uno mismo le dice que hay que tener.

-Tonka te enseñó cómo modelar en la alfombra roja de la Gala, supongo que vas...

Ni idea, no me han invitado todavía y tampoco lo tengo decidido, porque es algo que nunca he hecho. Si me toca, me encantaría ir con la Carola, mi mujer. Lo encuentro simpático, pero no me quita el sueño.