En el reciente capítulo de Podemos Hablar, Pamela Leiva se sinceró con Julio César Rodríguez y habló sobre su compleja relación con su padre.

En esa conversación, la reconocida comediante que triunfó en el Festival de Viña del Mar 2023 recordó cómo fue su infancia y cómo le afectó la ausencia de su padre.

“Mucha soledad de la infancia, eso es lo que más recuerdo. Mucha soledad y me cuestionaba mucho por qué no estaba mi papá”, confesó de entrada. “Yo entendía que mi mamá trabajaba, trabajaba puertas adentro y nosotras con mi hermana estábamos solas, pero yo entendía por qué mi papá no estaba presente”, explicó.

“Pasaba que en aquella época uno salía a jugar en el pasaje con los amigos, y todos mis amigos se empezaban a entrar en la tarde, a medida de que iban llegando sus papás. Y yo siempre era la única que se quedaba sola en la calle”, contó.

En ese sentido, la humorista confesó que “eso era triste, porque cuando uno es niño, uno no entiende mucho lo que puede pasar en la cabeza de los adultos. Yo sentía que algo tenía malo yo que mi papá no me quería”.

“Era como ‘¿por qué mi papá no está? ¿por qué se olvida de mí? ¿por qué no está presente? Si él sabía la realidad en la que vivíamos’. Eso era muy triste, el sentir que uno tenía algo malo o que no era suficiente, que ‘¿por qué mi papá no me quería? ¿por qué no era parte de mi vida? ¿por qué no me cuidaba?’”, recordó.

La comediante contó que “nunca sentí esa protección paterna de alguien”, hasta años después, cuando conoció a Gabriel “Coca” Mendoza. “Yo eso lo conocí con el Coca, con mi amigo yo conocí esa protección, de un hombre que te pueda cuidar”, reconoció.

Los recuerdos de Pamela con su padre

Al ser consultada sobre sí tenía más recuerdos con su padre, Pamela respondió que “pocos de infancia, muy poquitos. A mí papá yo lo dejé de ver a los tres años, apareció cuando yo tenía seis”.

“Cuando aparece, yo quedó como en shock, él me estaba esperando después del colegio. Mi hermana me arregla y él me dice que me lleva a dar una vuelta, él manejaba una micro. Cuando me subo a la micro, se sube la mujer con la que había cambiado a mi mamá supuestamente y como que se fueron los dos, besuqueándose, y yo sentada en la micro. Pasamos a comprar un helado, que hasta muchos años no lo pude volver a probar”, confesó la comediante, revelando que ese helado le traía malos recuerdos.

Después de esto, Pamela contó que la fue a dejar a la casa de su abuela paterna, una familia que ella no conocía, y se fue. En ese momento, su abuela le sirvió comida a su prima, pero no le dio nada a ella. “Le digo ‘tengo hambre. Me dijo ‘no, para ti no hay’. Fue súper doloroso que me negaran un plato de comida”, confesó Leiva.

Pamela reveló que actualmente había cortado su relación con su padre. Antes de su presentación en el Festival de Viña, tenían una relación “cordial, buena onda”. “Pensaba que tenía todo sanado con él, pero como bien dice un amigo, entre más grande la luz y también es más grande la sombra. Todo este éxito que trajo Viña me empezó a mostrar la oscuridad en las cuales yo no había trabajado, y sobre todo el tema de mi papá”, explicó.

En esa misma línea, Pamela confesó que era un tema que le costaba y que “aun tengo como es rencor acumulado, digo ‘como este conch… se iba a olvidar que yo existía, si era una niña’”.

“Me pasa que yo de él no admiro nada, no hay nada que yo pueda admirar de mi papá”, expresó la comediante, recordando que la defendió del acoso que sufrió de parte de un tío en un matrimonio.

“Mi papá es una persona súper pasiva, muy mentiroso. Prefiere mentir antes de decir una verdad. Nunca ha enfrentado nada, es tremendamente miedoso”, lanzó la comediante. “No recuerdo un cumpleaños, una pascua con mi papá. A mi Primera Comunión lo invité, estuve toda la ceremonia mirando la puerta y nunca llegó”, recordó.

“Traté de involucrarlo en mi vida, hacerlo parte, pero no se pudo nomás. Yo estoy tratando de reconstruir y tratar de resignificar esa historia, pero no sé si le vuelva hablar algún día”, confesó Pamela Leiva.