“Mi mamá no quiere saber de mí”, expresó Naya Fácil en la que fue su primera entrevista en televisión en el estelar Primer plano (CHV). Incluso, la influencer se quebró al asegurar que “la última vez que me vio en su casa, me dijo: ‘ojalá tú no estuvieras viva’”.

La mujer de 27 años, oriunda de la región de La Araucanía, relató al programa que “mi mamá me intentó abortar tres veces”, por lo tanto, “para ella soy como... de hecho, yo creo que ella siente un alivio de que yo me haya ido de su vida”.

Hace un par de años, se hizo conocido al publicar explícitos videos de sus inicios como trabajadora sexual: “La gente no sabe la historia que hay detrás de esto, pero con esa plata ayudé a mi mamá a pagar el arriendo”, había contado ella en entrevista para Pousta durante el 2022, quien por aquel entonces también enfrentó un problemático consumo de drogas. Con el tiempo, su principal ingreso ha sido a través de las rifas de autos y propiedades que hace como personalidad web, viviendo hoy en una casa en La Reina, resultado de la fortuna que ha amasado.

Ahora, en la conversación televisiva, Naya dijo sobre su mamá: “Quizás si ella no hubiese sido así tan dura conmigo, capaz yo no tendría nada de esto”; por lo que, “al fin, le agradezco todo lo que ella fue y que ojalá viera esto igual”.

Sin embargo, igualmente ella admitió que, por momentos, le ha hecho falta el respaldo de sus progenitores: “A veces cuando me roban, o entran (en mi casa), me gustaría tener el apoyo de mi mamá y que me dijera ‘todo va a estar bien, todo va a pasar’”, es decir, “el abrazo materno”, graficó.

Navidades sola

Ya en el estudio del programa, en conversación con Julio César Rodríguez, Naya declaró sobre su infancia: “Todo tipo de vulneración que un niño puede vivir, lo viví yo”.

Sobre la relación actual con sus padres, actualizó: “La verdad, yo no sé de ellos, y ellos no saben nada de mí”, ya que “tienen un pensamiento muy distinto al mío”, o sea, “piensan que, al yo estar en redes sociales, es muy malo”, así que “no me aportan en mi vida”.

Segú dijo, las expectativas de sus papás eran “que yo me casara, tuviera hijos, y estuviera ahí en el campo”; el problemas fue que “yo no quería eso”. Así, ante aquella realidad familiar, “me ha tocado pasar navidades sola, cumpleaños sola”, sinceró, lo que “al principio me dolió”.