Recientemente María Gracia Omegna se refirió a la situación actual de las áreas dramáticas de la televisión chilena, y el éxito que ha conseguido la nocturna de Mega, Generación 98. La exitosa teleserie se encuentra en su etapa final, por lo que la actriz ya saca las primeras conclusiones.

En conversación con The Clinic, la intérprete destacó el reconocimiento que le ha dado el público por su rol en la producción, señalando: “lo percibo sobre todo en la calle. Es impresionante cómo se da el fenómeno. En el teatro funciona con el boca en boca, eso atrae espectadores”.

“Con la televisión pasa lo mismo cuando uno hace un proyecto que está funcionando, pero hoy en día hay muchas más plataformas donde uno puede ver una teleserie además de la televisión abierta, entonces el único lugar donde constato el éxito es en la calle. Y ha sido una locura”, agregó.

María Gracia Omegna considera que la producción en la que trabaja ha permitido que la gente vuelva a ver teleseries. “Me llama mucho la atención que la gente diga que no ve teleseries, les creo, pero sorprendentemente están viendo Generación 98. Ese público que se había divorciado de la televisión abierta, de pronto se reencontró con esto, me llama mucho la atención”, relató.

Criticó las producciones de antaño

Si bien actualmente los canales están muy lejos de contar con áreas dramáticas como las que existían en el apogeo de las teleseries nacionales, María Gracia no romantiza aquella época, e incluso comenta que le parecen más entretenidas las producciones de la actualidad.

“En Chile, en general somos buenos para criticar sin desmenuzar. Si hoy veo una teleserie antigua, de las emblemáticas, yo creo que me muero de aburrimiento, si soy honesta”, criticó sin tapujos, pero explicó su punto.

“Y no porque sea una mala teleserie, fue una buena producción para el contexto en que fue presentada y para el lenguaje y los códigos de la industria de ese momento, pero si yo hoy revisito una teleserie lo más probable es que no me interese. Eran otros tiempos. Las escenas podían durar cinco minutos. Era otro el código, el lenguaje, también es otro el contexto político social”, concluyó María Gracia Omegna.

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