Era la noche del jueves 23 de mayo. Las 23:10 horas. El personaje de Néstor Cantillana en Pacto de Sangre, Marco Toselli, conversaba junto a Benjamín (Álvaro Espinoza), Raimundo (Pablo Cerda) y Gabriel (Pablo Macaya), cuando de la nada arremete con una ráfaga de balas contra uno de sus amigos.

El primer plano se quedó con la imagen de Gabriel llenó de plomo, mientras el alter ego de Cantillana sólo atinó a decir "¿Qué? Me tenía chato ese hueón", para después tomar su petaca ante la desesperación de sus amigos.

La escena marcó el principio del final de la exitosa teleserie del 13, que para Cantillana significó dos premios Caleuche a Mejor actor y la estatuilla del público, además, de miles de elogios en redes sociales.

"Era una idea que siempre estuvo rondando lo del asesinato. El momento fue muy sorpresivo y eso fue lo interesante del guión, la forma en que está contado, fue todo muy de la nada, sorprendiendo a la gente", comentó el actor sobre la escena.

Marcos

Cantillana define a Toselli como "un personaje que era tan loco, tan arriba de la pelota, que la otra posibilidad en ese momento era disparar e irse por otro lado, pero él no trata de huir, hizo lo que quería hacer y realmente lo tenía chato el otro hueón".

Una producción que, reflexiona el actor, "fue intensa, pero lo pasamos muy bien. Siento que dejé algo, había muy buen material, uno sólo quería hacerlo bien". Su director, Cristian Mason, agregó: "Como director siempre tengo que escuchar a los actores, pero estaban todos tan metidos en sus personajes, que lo único que tenía que hacer era medir, balancear la actuación, meterse en la escena al cien".