Desde hace algunos meses, Juan Carlos "Palta" Meléndez ya no reside en Chile. El humorista conocido por sus interpretaciones de Salvador Allende y Augusto Pinochet, se instaló en España, país natal de su pareja, en un proceso que resultó complejo al cruzarse con la pandemia.

"Mi señora (Sandra Bermúdez) viajó el 6 de enero. Se vino para acá a España con los niños, después de quedarse en Chile 24 años por mí", señaló el comediante en charla con LUN.

Pero el viaje no fue sencillo. Primero partió ella con sus hijos, y el Palta pudo reunirse con ellos verios meses después. "Sabía que en algún momento ella querría volver a su tierra y en eso estamos. Los volví a ver 8 meses y 20 días después, contaba los días para verlos", detalló.

Una salida difícil

El tiempo de espera tuvo una razón. El humorista debió realizar muchos trámites, lo que además se retrasaron por la pandemia. "Me costó mucho llegar, salir de Chile, fueron meses muy duros para mí. En ese tránsito vendí propiedades, estacionamientos, mi auto y también di varias cosas", señaló.

"Las tramitaciones de las ventas fueron muy lentas, sobre todo por el Covid-19 -explicó-. Los papeles en el Conservador de Bienes Raíces, los temas con el banco, todo se demoró. La verdad es que fue una larga espera. Imagínate toda la burocracia, tuve 4 meses de puros trámites para poder efectivamente vender. Fueron meses tortuosos a nivel familiar".

Una casa en el Mediterráneo

Una vez en España, la familia de Meléndez se instaló en la casa de sus suegros en Málafa. "Ya nos compramos un auto para solucionar el problema del transporte", aseguró. Pero no será por mucho tiempo, ya que tiene muy avanzado una residencia en un pueblo de Benalmádena.

"Es de esos pueblos con construcciones blancas, mediterráneas. Es precioso el lugar. Encontramos una casa ahí y estamos esperando a los dueños, que son de Suiza, para comprar", explicó el Palta.

El humorista señaló que todo el proceso fue particularmente duro. "Todo este tiempo me hizo reflexionar sobre la familia… Fue muy duro este proceso. Anduve muy deprimido, también con ataques de chilenidad plena. Pasé el 18 de septiembre con una depresión salvaje en Santiago y no pensé que el desarraigo iba a ser tan doloroso".

Antes de partir, el Palta se despidió de sus hijos mayores y su hermano. "Fue una despedida muy nostálgica del país, me costó dejarlo. Pero igual logré entender que la patria se lleva en los zapatos y el cuerpo pertenece al universo, al cosmos", expresó.