Por Guido Macari MarimónPresente amoroso, look renovado y un exfutbolista basado en la “Generación dorada”: así está la vida de Claudio Castellón dentro y fuera de la TV
El actor está trabajando en la nocturna Reunión de superados (Mega). “Tengo la suerte de conocer a algunos jugadores de la Selección”, destaca.

Bien metido en su papel, Claudio Castellón, de camisa negra, cadena en el cuello y un peinado platinado, se reconoce a sí mismo como Héctor ‘’Tito’’ Núñez, el exfutbolista que interpreta para Reunión de superados, la próxima nocturna de Mega.
El actor incluso hace un recuento de su carrera, imbuido en su rol de “Tito”, y repasa que partió su carrera en Deportes Concepción —club de la Primera B del cual el actor es hincha—, “que es un guiño que le hago a mi pueblo”, destaca; luego saltó a Racing, continuó en el Palmeiras y tuvo su auge en el Arsenal.
—Le fue bastante bien —resume Castellón sobre su rol a La Cuarta.
“Construí una carrera tomando un poco clubes donde habían jugado los referentes de la Selección”, detalla el actor sobre su papel, al cual define como un “híbrido” entre distintos históricos de La Roja: “Tengo la suerte de conocer a algunos jugadores de la Selección, a (Mauricio) Isla y (Alexis) Sánchez, entonces por ahí voy recogiendo características de cada uno”, cuenta.

Además, “la teleserie es una comedia muy fresca, entonces también le rindo un poquito de homenaje a los chicos que son tan queridos”, reconoce en alusión a los jugadores de la “Generación dorada”, ya en retirada.
“Tito” está casado con una famosilla oriunda de Argentina, Alessandra Méndez (Julieta Bartolomé), con quien tiene dos hijos, a los que llegan a matricular al acaudalado Thomas Campbell School, donde conocen al resto de los apoderados, encarnados Diego Muñoz, Ignacia Baeza, Daniela Ramírez, Mario Horton, Paloma Moreno, entre otros.
—Nosotros, al margen de los recursos económicos que podamos tener como familia —analiza Castellón sobre su papel con Bartolomé—, llegamos a Chile, que es un país brutalmente categórico con las clases sociales, entonces tratamos de insertarnos ahí como podemos, y vamos tratando de acomodarnos de a poco.
El cambio de look
Según ya se ha podido ver en los adelantos, este personaje tendrá algo en común con otros papeles que ha hecho Castellón en teleseries como Pobre novio, Como la vida misma y el remake de Amores de Mercado: un fraseo bastante distintivo, una manera rebuscada de decir las cosas, con “harto adjetivo”, reconoce el actor.
Según él explica, aquella “morcillas”, frases o expresiones que lanzan sus personajes, “van cuando improviso, porque yo siempre los guiones los tomo y me aprendo la estructura, pero creo que también es bueno sacar recursos de uno y ponerlos al servicio de la escena”, explica.
“Básicamente por eso lo voy haciendo”, declara sobre un modo de trabajo que es “previamente acordado con el compañero, para no ‘liquidarlo’”; además, “este personaje me permite hacer mucho de eso: quiere ser un hueón —no intelectual—, pero quiere expresarse la mejor manera posible”, considerando que empieza a desenvolverse con gente más bien ACB1 en la trama.
Sobre el recibimiento que han tenido sus últimos papeles, Castellón destaca que en general “la gente es bien cariñosa con mi trabajo, afortunadamente, y lo comenta; también, las tallas y los chistes rápidos”, así que, en resumen, “recibo un súper buen feedback” tanto en la calle como en redes sociales.
En cuanto a su radical cambio de look, luciendo un llamativo teñido, Castellón cuenta que “se me ocurrió a mí”, y que lo conversó con el director, Felipe Arratia, junto a quien se lo propuso a “Quena” Rencoret, directora creativa del Área Dramática: “Y fue aprobado inmediatamente”, relata sobre una decisión que celebra, ya que le ayuda a “despegarme un poquito físicamente de los otros personajes”.
Debajo de esta tintura, “tengo pocas canas, no tantas, adelante tengo unos mechones”, comenta, considerando que son similares al color que tiene ahora de modo artificial: “Pero aquí nos fuimos en la volada”, dice entre risas. Y explica sobre el proceso para llegar a su actual peinado:
—Se hacen las decoloraciones y después con un champú se le va dando la tonalidad, y ahí queda blanco; va apareciendo la raíz naturalmente, y hay que hacer la mantención y cuidar mucho el pelo, que fue una sorpresa que me llevé porque de verdad uno somete el pelo a un proceso químico bien fuerte y poderoso —detalla.
En este tiempo de grabaciones, cada 21 días debe hacerse una decoloración, y estar cada semana aplicando la mantención en la peluquería, donde se le aplican productos hidratantes, entre otros. “El pelo no me lo puedo lavar todos los días tampoco”, advierte. “Hay unos sellantes y brumas que se usan para ir manteniendo el pelo y que no se corte, porque si se corta se cae y la continuidad se me va a las pailas”, asegura aludiendo a la apariencia de “Tito”.
Castellón dice que le ha preguntado bastante si seguirá con el pelo así después de grabar la nocturna: “He recibido harto halago por el look”, sincera. “Pasa que después vendrá otra teleserie, entonces vamos a tener que dejar hasta ahí el look; pero me gusta, está entrete y también por algo lo propusimos”.
Presente sentimental
—A propósito de las canas, ¿cómo te llevas con el “envejecer”?
—Sí, con el avance de la edad... —precisa y responde—: Soy bien fan del envejecimiento natural. Somos actores, entregamos desde un libreto, entregamos verdad, construimos un personaje, y creo que la vida avanza, y hay otras maneras de estar saludable, como haciendo deporte y alimentarse bien. Yo, bienvenidas sean mis canas. Si se me empieza a caer el pelo, no lo voy a recoger. Me gustan mis patas de gallo. Me gusta el paso del tiempo. Creo que no es en vano. Respeto mucho eso.
En el plano sentimental —a meses de las especulaciones de un romance con Susana Hidalgo—, Castellón cuenta que estoy “soltero” y “muy tranquilo”, ya habiendo dejado atrás su pololeo con Luz Valdivieso, con quien hoy comparte elenco en la teleserie.
Además, en otra faceta, el actor comentó que vive quince días al mes con su hija, Alicia, de 6 años, así que “estoy 100% enfocado en la crianza porque está viviendo una etapa exquisita”, por lo tanto, “combino mi vida normalmente con mi trabajo, la crianza y, cuando tengo tiempo, hago deporte y salgo también con amigos”. Eso sí, precisó que “soy bien de casa igual, pero creo que he logrado un equilibrio bien entretenido”.
Él también cuenta que tiene muy buen diálogo con su retoña: “Tenemos la oportunidad de estar tanto tiempo juntos que se generan muchas conversaciones”, celebra. De hecho, como la familia paterna es de Concepción, Región del Biobío, “nos vamos por tierra y ahí son seis horas conversando; se porta un 7, porque viaja conmigo en auto —que para un niño puede ser extenuante— desde que tiene seis meses, y para feriados largos pueden ser hasta diez horas”, evidencia.
—¿Te ha costado ponerle límites?
—Es bien interesante, porque la crianza y la paternidad para mí han sido un gran desafío, siempre con el propósito de entregar la mejor versión, y también uno va aprendiendo de ello. Con Alicia he ido aprendiendo a poner límites, y a no caer en esas manipulaciones desde del regaloneo —dice y se ríe—, cuando te coquetea un poco. Estamos educando, no hay que olvidarse de eso: no hay que olvidarse que uno es el padre y no el amigo de sus hijos.
A sus 38 años, el intérprete ya no se siente “tan lolo”, y pone un ejemplo de juventud: “Me pegaba un carrete, podía acostarme muy tarde, me tomaba un café, a la ducha y me iba pa’ la pega; hoy día no, ¡ni con una grúa!”, admite. “Hay que acostarse más tempranito y estudiar”.
Frente a dicha realidad, él se ha dado cuenta de que, “así como uno se cuida la alimentación, también la higiene del sueño es muy importante”, concluye. “En este momento, cuando tengo la oportunidad, trato de parar y descansar”.
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