Tal como se había anunciado, este domingo -19 horas- finalmente se concretará el el estreno de Vive Sudáfrica, nuevo programa documental de Mega que será encabezado por Rafa Araneda y Marcela Vacarezza.

Lo novedoso del espacio cultural es que la pareja recorrerá distintos lugares del país africano junto al resto de su familia, con la cual vivirán experiencias conmovedoras y sorpresas de alto impacto.

Según adelantaron desde la estación ubicada en Vicuña Mackenna, la idea es conocer a fondo “las culturas únicas de cada pueblo”, y mostrar detalles inéditos de los sitios que vayan visitando.

“La experiencia ha sido maravillosa, desafiante, conocer a mis hijos en una faceta distinta, sobre todo en un viaje, donde hay que cumplir con horarios, muchos traslados, dormir poco, grabar mucho. Los vi sometidos a un rigor que me gustó verlos”, confesó el animador en charla con La Cuarta.

Además, aclaró que entre todos se turnaron para cuidar a Benja, el más pequeño de la familia, “para que siguiera viviendo su infancia, su niñez, a su ritmo. Y me encantó, me encantó cómo pudimos separar grupos, roles. Y en el fondo, que todos tuviésemos una experiencia positiva. Realmente maravilloso, maravilloso para mí como padre”.

Los detalles de Vive Sudáfrica

Además, el conductor del Festival de Viña del Mar también se tomó un minuto para explicar las bondades de este nuevo programa cultura.

“Es un formato muy distinto, aquí no hay presión. La única presión que uno tiene es llegar a la hora, cumplir, más menos, con los objetivos que nos hemos puesto. Viajar, aventurarse, es una sorpresa minuto a minuto. No hay pauta, no hay objetivo claro. Es salir en la mañana en busca de lo que va a suceder. Algunas funcionan, otras no. Algunas logradas, otras no. Y el no lograrlas es parte del viaje y del camino. Y eso es maravilloso”, indicó.

En tanto, recalcó que “viajar en ese espíritu es fácil, es divertido, es simple. Hacer un programa así es simple, es puro entretenimiento. No hay presión, no hay nada”.

A través del teléfono, el otrora Tío Conductor también revelócómo se gestó la creación de este nuevo programa.

“Siempre la audiencia nos pedía la posibilidad de saber más, de conocer más de nuestra vida dentro de la casa, algo que a mí me parece muy difícil o muy poco atractivo, porque básicamente lo que vivía nuestra familia es una rutina de cualquiera familia, donde los más grandes trabajan, los otros estudian y cada uno tiene sus horarios. Entonces se da la posibilidad y el interés de conocer Sudáfrica por un amigo nuestro, que me dijo ‘yo te quiero mostrar un Sudáfrica desconocido para ustedes y para el mundo en general. Te quiero mostrar Sudáfrica como la conocemos los sudafricanos’. Y pudimos observar en los antecedentes que él nos daba, cosas que nos llamaban bastante la atención y que nos gustaron”, explicó.

- Ya llevan varias temporadas del podcast Tenemos que hablar y ahora esto... les gusta trabajar en familia a ustedes parece...

- Me gusta estar achoclonado, me gusta mi familia. Me encanta. Es lo más importante que tengo. Evidentemente a veces uno comparte horas de trabajo con muchas producciones, y por qué no, compartir muchas horas de trabajo, de viaje o de proyecto o de sueño, lo que sea, con los que más amas. Creo que lo más lógico es compartir horas de tu día con la gente que amas. Y que en el fondo es lo que a veces a todos nos falta.

- Pudimos ver algunos adelantos del primer capítulo... igual pasarán por experiencias rudas al parecer...

- Tenemos imágenes impactantes de una situación que a mí me conmovió, a todos nos conmovió, a ratos nos angustió porque porque fuimos testigos privilegiados de como una organización no-gubernamental, una ONG que se dedica a la defensa del rinoceronte en África, hace una labor extraordinaria, pero a la vez es muy duro. El rinoceronte está en extinción, lamentablemente, producto de los cazadores furtivos, producto del tráfico ilegal de sus cuernos. Cuernos que tienen un valor económico altísimo, vale más que el oro el kilo de cuerno.

- Cuático...

- Para frenar la matanza de rinocerontes, hay una organización que hace un procedimiento que nos mostraron en detalle, que involucra a muchos profesionales de cómo se descuerna, de cómo se le corta el cuerno al rinoceronte, y luego ese cuerno lo hacen desaparecer del mercado para que no existan ni ofertas ni demandas. Y esto ha permitido, según estudios de importantes universidades a nivel mundial, reducir la matanza de rinocerontes en casi un 75 por ciento. Y eso es algo realmente impactante y lo van a poder ver en Vive Sudáfrica.

- ¿Fueron bien acogidos por esos lados?

- Nos recibieron muy bien porque íbamos con amigos, amigos que nos ayudaron a programar, a buscar los lugares y lo que queríamos mostrar, que fuese más atractivo para la gente. Así que nos recibieron muy bien. Y en terreno nos recibían muy bien también. A los sudafricanos les llamaba mucho la atención, el que Benji, Benjamín, nuestro hijo pequeño, formara parte de la familia. Les llamaba la atención en positivo. Y todo eso fue muy lindo, muy lindo. Una bella experiencia de cariño, de amor. Conocimos mucha gente muy bonita y que también la documentamos. Grabamos con ellos, hicimos entrevistas, conocimos sus historias, sus vidas, y aprendimos a conocer un país como realmente se vive.

- También hubo espacio para el romanticismo en medio de las grabaciones por lo que supimos...

- Momentos importantes de este recorrido por Sudáfrica fueron para mí la alegría, la emoción de celebrar mis 25 años de matrimonio con Marcela, en una ceremonia Zulu, organizada por mis hijos, en la imitad de la sabana, con una tribu. Realmente espectacular. Lloré hasta no poder más de emoción, fue muy bonito. Muy bonito.

- Tendrá de todo el programa por lo que se ve...

- Nadar con tiburones en el Índico, en compañía de dos de mis hijos, fue alucinante. Observar como Benji sentía que su origen venía de ahí, donde el 90 por ciento de la población es de color negro. Hubo cosas realmente maravillosas. Cada capítulo es un lujo para nosotros haberlos podido vivir, y poder compartir con toda la gente es maravilloso. Muy bonito.

- ¿Qué fue lo que más te llamó la atención?

- Los lugares que conocí me llamaron la atención por lo diferente, por el clima. Yo tenía la sensación de que la sabana era calurosa, sin embargo fuimos en un invierno frío, donde corría un viento heladísimo, donde había mucho verde, muy diversos, me encantó. Lugares, en términos de la naturaleza, preciosos. Y espectaculares por la geografía, por la naturaleza, por los animales, por los pájaros, por todo. Y por su gente. Nosotros recorrimos una parte importante de la sabana, donde habitan los zulus... y una cultura muy interesante en términos de que son guerreros, de que mantienen sus tradiciones, sus bailes. Son increíbles. Golpean el piso, la tierra, donde estén, con los pies descalzos, porque así manifiestan su valía, haciendo temblar al piso. Mientras más fuertes lo golpean, más debería temblar el piso. Increíble. Todo bonito.

- ¿Pasaron algún miedo en medio de las grabaciones?

- Vivimos un momento de susto... mira, un elefante que parecía, ni de los más pequeñitos ni de los más grandes, se le acercó no muy contento. muy pero muy cerca, y le pegó un grrrr a Vicente, encima del lado de donde él estaba en la camioneta. Hubo un susto ahí. También una avestruz nos persiguió cuando bajamos a intentar acercarnos y lamentablemente no nos dimos cuenta que estaba protegiendo unos huevos. Ahí no le gustó nada y con justa razón. Nadar con tiburones, claro que da susto a todos, hay que hacerlo en una jaula. Pero todos sustos controlados. Controlados y los pudimos vivir muy bien. Así que todo positivo.